Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) han atribuido a un «incidente» el ataque de esta mañana -el segundo en 48 horas– contra el Cuartel General de los cascos azules de la ONU que están desplegados en Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés).
Ha habido dos heridos (ninguno de ellos españoles) según han informado desde UNIFIL. De hecho, los dos ataques de las IDF se ha producido en la base de Naqoura, al suroeste del país.
Ésta se encuentra a escasos tres kilómetros de la frontera con Líbano y a alrededor de 70 kilómetros de la base de Marjayoun, donde está el contingente español, y en cuyas proximidades también se están produciendo bombardeos por parte del grupo terrorista Hezbolá.
Con los dos heridos de esta mañana, ya son cuatro los soldados de UNIFIL que han resultado heridos como consecuencia de los bombardeos israelíes en el lugar donde se encuentran las tropas multinacionales.
Las IDF han hablado de «impacto», mientras que desde UNIFIL han señalado que «se han producido dos explosiones cerca de una torre de observación, en el perímetro de la base», y que uno de los heridos había sido trasladado a un hospital de Tiro (a 22 kilómetros del Cuartel General), mientras que el segundo ha sido tratado en Naqoura».
Desde Israel acusan a Hezbolá de situarse en zonas próximas a las bases de UNIFIL para utilizar a los cascos azules «como escudos humanos».
Israel advierte de que el Cuartel General de UNIFIL está cerca de objetivos de Hezbolá
Israel ha advertido de que el lugar donde está situado el Cuartel General de UNIFIL «está próximo a objetivos de Hezbolá«. Por ello, ya hace unos días que el régimen de Benjamin Netanyahu pidió la retirada de las tropas internacionales de la frontera entre Israel y Líbano, donde están por mandato del Consejo de Seguridad de la ONU (Resolución 1701).
Sin embargo, UNIFIL rechazó moverse de la zona y fuentes militares consultadas por ESTRELLA DIGITAL explicaron hace unos días por qué no era seguro salir de Líbano, a pesar de que los soldados de la ONU (entre ellos 650 españoles) permanecen recluidos en búnkeres desde que se recrudeció el conflicto entre las IDF y Hezbolá.
El Ministerio de Defensa ha asegurado a este medio que los militares españoles «están bien» y siguen adoptando «las medidas de seguridad necesarias».
Las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, «en grave peligro»
«Estos incidentes -han comunicado desde UNIFIL- ponen de nuevo en grave peligro a las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que prestan servicios en el sur del Líbano».
«Se trata de un hecho grave, y la UNIFIL reitera que debe garantizarse la seguridad del personal y los bienes de las Naciones Unidas y que debe respetarse en todo momento la inviolabilidad de los locales de las Naciones Unidas», añade el comunicado.
Y concluye advirtiendo de que «todo ataque deliberado contra el personal de mantenimiento de la paz es una grave violación del derecho internacional humanitario y de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad».