Los países miembros de la OTAN no están dispuestos a quedarse impasibles frente a los «sabotajes, ciberataques y el chantaje energético» que Rusia y China están llevando a cabo para «desestabilizar nuestros países y dividir a nuestras sociedades». Al menos, sobre el papel.
Y esas intenciones han sido puestas de manifiesto por el secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, tras la reunión que han mantenido esta semana los ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Bruselas.
En el marco de esas reuniones, los países aliados, según el anuncio efectuado por Rutte, «han considerado un conjunto de medidas para contrarrestar las acciones hostiles y cibernéticas de Rusia contra la OTAN en su conjunto y contra determinados países miembros de la organización en particular».
Las medidas incluyen: un mayor intercambio de Inteligencia, más ejercicios conjuntos, una mejor protección de las infraestructuras críticas, una mejor defensa cibernética y una acción más dura contra la «flota en la sombra» de barcos exportadores de petróleo de Rusia.
Preocupación en la OTAN por las alianzas entre Rusia, China, Corea del Norte e Irán
Rutte también ha anunciado que la OTAN «trabajará en estrecha colaboración con la UE en estas cuestiones», porque, según ha declarado, «el creciente alineamiento de Rusia, China, Corea del Norte e Irán pone de manifiesto la naturaleza global de las amenazas a las que nos enfrentamos, incluidos los crecientes peligros de la guerra en curso en Ucrania«.
Y en este sentido, el secretario general de la OTAN ha advertido de que el «apoyo que Rusia está proporcionando a Corea del Norte para sus programas nucleares y de misiles«, a cambio de tropas y armas norcoreanas para reforzar las posiciones rusas en la guerra de Ucrania, «puede desestabilizar la península coreana e, incluso, amenazar a Estados Unidos» en la «guerra ilegal» de Rusia contra Ucrania «que supone -ha reafirmado- una amenaza para todos».
En relación con los programas nucleares y de misiles que Corea del Norte estaría desarrollando, Rutte asegura que, aunque no puede compartir «la información de Inteligencia» de la que dispone la OTAN, «hay muchas razones para creer que la tecnología nuclear y de misiles está fluyendo hacia Corea del Norte y, por lo tanto, es un riesgo que la use».