La reina Doña Letizia fue diagnosticada el pasado junio de un neuroma de Morton. Esta dolencia, que consiste en un engrosamiento del tejido de los nervios del pie, la afecta a su extremidad izquierda y le provoca crisis muy dolorosas imposibles de prevenir.
Aunque el neuroma de Morton es operable, los traumatólogos le han desaconsejado la intervención, pues en muchas ocasiones no soluciona el problema al tratarse de una zona complicada. Los médicos expertos en esta dolencia aconsejan a la esposa de Felipe VI abandonar el uso de tacones, según ha publicado el diario El Mundo.
Precisamente, la reina ha presidido este miércoles junto a Felipe VI el desfile con motivo de la Fiesta Nacional. Doña Letizia llevaba un vestido verde de la firma sevillana Vogana, que ha combinado con unos salones con diez centímetros de tacón. La reina ha añadido una plataforma en la parte delantera de los zapatos para intentar compensar la dolencia.
El neuroma de Morton (también llamado neuroma interdigital o neuroma plantar) es una afección dolorosa que afecta al metatarso, con más frecuencia a la zona entre el tercer y cuarto dedo del pie. A veces puede presentarse entre el segundo y tercero (menos del 20% de los casos) y muy raras veces en otras posiciones. La Clínica Mayo lo describe en palabras sencillas: «Se puede sentir como si estuvieras apoyado sobre una piedra en tu zapato o un pliegue del calcetín».
Se trata de un engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios de los dedos de los pies que puede causar un dolor agudo con ardor, incluso entumecimiento de los dedos afectados.
El neuroma de Morton (también llamado neuroma interdigital o neuroma plantar) es una afección dolorosa que afecta al metatarso, con más frecuencia a la zona entre el tercer y cuarto dedo del pie. Es como si estuvieras apoyado sobre una piedra en tu zapato o un pliegue del calcetín. Se trata de un engrosamiento del tejido alrededor de uno de los nervios de los dedos de los pies que puede causar un dolor agudo con ardor, incluso entumecimiento de los dedos afectados.
¿Cuál es el tratamiento?
Como en otros problemas musculoesqueléticos, conviene empezar con métodos conservadores. Para empezar, usando calzado más amplio y con menos tacón. Se puede aplacar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios recetados por el médico, y usarse una plantilla personalizada diseñada por el podólogo. La fisioterapia puede ayudar y en algún caso, infiltraciones. Si todo eso no funciona, como última instancia se recurre a la cirugía.