Un reciente estudio ha arrojado luz sobre la relación entre el uso de benzodiacepinas y la supervivencia de pacientes con cáncer de páncreas.
Las benzodiacepinas son medicamentos utilizados para tratar la ansiedad, pero su impacto en los resultados del cáncer había sido poco investigado hasta ahora.
El análisis, publicado en Clinical Cancer Research, la revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (AACR), examinó a pacientes con cáncer de páncreas que tomaban diferentes tipos de benzodiacepinas.
Los resultados mostraron que aquellos que tomaban lorazepam (Ativan) tenían una supervivencia libre de progresión más corta, mientras que los que tomaban alprazolam (Xanax) tenían una supervivencia más prolongada en comparación con los que no tomaban estas drogas.
Desde junio se realizará TAC a fumadores y exfumadores para detectar precozmente el cáncer de pulmón
El estudio, liderado por Michael Feigin, profesor asociado de farmacología y terapéutica en el Roswell Park Comprehensive Cancer Center, también exploró los mecanismos detrás de estas diferencias.
Se descubrió que el lorazepam activa una proteína llamada GPR68, que aumenta la expresión de una citocina inflamatoria en el microambiente del tumor pancreático, promoviendo así su crecimiento. Sin embargo, las benzodiacepinas n-sustituidas, como el alprazolam, no tuvieron este efecto.
A pesar de estos hallazgos, Feigin advierte que es prematuro desaconsejar o cambiar los tratamientos basados en estos resultados. El siguiente paso será un ensayo clínico para evaluar más a fondo los efectos de estas benzodiacepinas en pacientes con cáncer de páncreas.
Este estudio, financiado por diversas organizaciones de investigación médica, proporciona nuevos conocimientos sobre cómo las benzodiacepinas podrían influir en la progresión del cáncer de páncreas, pero se necesitan investigaciones adicionales para comprender completamente su impacto clínico.