La 72ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, en el que se podrán apreciar 254 títulos, de 53 países, con 694 proyecciones, durante los 10 días de festival, ha dejado grandes momentos y es un espacio privilegiado de manifestación cultural, a través del cual que aproximarse a la visión y planteamientos de los mejores cineastas nacionales e internacionales.
Entre los muchos temas y actividades que se han podido ver, hay tres que han destacado por el impacto social que generan: la película Tardes de soledad, del director español Albert Serra, quien se aproxima a la tauromaquia desde una mirada muy cercana y vivencial; Soy Nevenka, de la directora Icíar Bollaín, una película basada en la historia de la exconcejala del municipio leonés Ponferrada Nevenka Fernández, quien vivió un episodio de acoso sexual; y la actividad en favor del cine argentino, país que tiene una presencia de 26 películas -dos de ellas en la sección oficial- en esta edición y que atraviesa un momento delicado frente a las medidas anunciadas por el presidente Javier Milei.
Una mirada profunda al mundo del torero
En el documental Tardes de soledad, uno de los que compite por la Concha de Oro en la 72 edición del Festival de San Sebastián, el director Albert Serra ha querido trabajar desde una mirada cercana, profunda y protagónica, el tema de las corridas de toros, una de las manifestaciones culturales más típicas de España, que en los últimos años ha tenido muchos detractores.
En la película, que apunta a ser una firme, pero polémica, candidata a obtener la Concha, Serra entra en la vida profesional del torero peruano Andrés Roca Rey, acompañándolo por algunas de las plazas más representativas de España y siguiendo con su cámara todo el proceso de inicio a fin, reflejando la relación del torero con el toro durante la corrida y todo el simbolismo que hay tras ella.
Ante las protestas del partido animalista PACMA, quienes alegan que la película es una “normalización de la violencia y el sufrimiento deliberado de los animales bajo el disfraz de libertad artística”, según declaraciones de su portavoz Asier Esparza, tanto Serra, como el director del festival, José Luis Rebordinos, han mantenido la defensa a la libertad creadora y artística y se han opuesto a la censura del controvertido tema.
Para Albert Serra, esa mirada íntima del torero, del trabajo que hace, de lo que significa para él, su equipo y el público que sigue las corridas de toros, permite una visión que puede abrir nuevos caminos en el debate e invita a las personas que la vean, sin hacerse juicios a priori.
Soy Nevenka, un modo de reivindicar la lucha femenina
Otro de los temas con gran impacto social que deja el Festival de Cine de San Sebastián en esta edición, es el de la película Soy Nevenka, de la directora Icíar Bollaín, quien quiso llevar a la pantalla la controvertida denuncia que, en la década de los años dos mil, hiciera la concejala de la localidad leonesa de Ponferrada Nevenka Fernández, en contra del alcalde Ismael Álvarez.
La película, que también es candidata a la Concha en la 72º edición del festival de cine, refleja la historia del primer caso de condena por acoso sexual en la historia de la política española y, de alguna manera, es una forma de reivindicar la figura de la exconcejala, que en su momento fue duramente criticada por muchos sectores, al tener la valentía de denunciar ese tipo de delitos, en un momento en el que todavía había mucho temor por parte de las víctimas por el peso social que debían soportar.
Si en su momento Nevenka tuvo que hacer frente a todo ese episodio de modo aislado y sin mucho apoyo, ahora ha podido sentir el afecto y reconocimiento de la sociedad. En el estreno mundial de la película, cuando la exconcejala entró al auditorio donde se proyectaría la película, se produjo una fuerte ovación de pie por parte de todo el público, lo que dejó ver a una Nevenka Fernández claramente emocionada.
Un NO en apoyo al desmantelamiento del cine argentino
El apoyo que el Festival de Cine de San Sebastián ha querido mostrar ante el cine argentino, es otro de los temas que han generado debate social en esta 72º edición. Para el director del Festival José Luis Rebordinos, las medidas del presidente argentino Javier Milei, son un “desmantelamiento de la cinematografía nacional” y ha enfatizado en que el Festival de Cine de San Sebastián, como manifestación cultural que es, no puede mantenerse al margen de esta realidad, rescatando que no hay ninguna intromisión política, sino meramente artística.
El cine argentino, que es una de las industrias cinematográficas más robustas de América Latina, ha mantenido siempre muy buena relación y presencia en el Festival y en esta edición tiene una presencia de 26 películas, dos de ellas compitiendo por la Concha. La manifestación tuvo lugar en las escaleras del Auditorio Kursaal, la sede principal del Festival antes de la proyección de la película El hombre que amaba los platos voladores, dirigida por Diego Lerman.
El actor argentino Leonardo Sbaraglia, que protagoniza la película El hombre que amaba los platos voladores, afirmó durante la concentración, que es una pena lo que está sucediendo y que al contrario de lo que se está haciendo, los dirigentes y gobierno de su país deberían sentirse orgullosos y apoyar al cine argentino.