El anuncio del Palacio de Buckingham el pasado 5 de febrero sobre el diagnóstico de cáncer del rey Carlos III ha sacudido al mundo entero. La noticia, dada a conocer directamente por la familia real, ha generado una ola de especulaciones y rumores sobre la salud del monarca británico.
Aunque la familia real no especificó el tipo de cáncer que padece el rey Carlos III, su decisión de hacer público su diagnóstico tiene como objetivo evitar la proliferación de especulaciones y, al mismo tiempo, concienciar sobre esta enfermedad.
Desde entonces, los medios internacionales han estado constantemente buscando detalles sobre el estado de salud del rey. Algunas teorías sugieren que su salud se está deteriorando progresivamente, lo que ha llevado al Palacio de Buckingham a actualizar los planes para su funeral. Sin embargo, es importante señalar que los preparativos para el funeral de Carlos III han estado en curso desde el fallecimiento de su madre, la reina Isabel, y forman parte de un plan continuo conocido como la ‘Operación Puente Menai‘, un documento detallado de más de 100 páginas.
Según un antiguo miembro del personal vinculado a los cortesanos del Palacio de Buckingham, la circulación de estos planes ha aumentado debido al diagnóstico de cáncer del rey, lo que ha puesto en alerta a la organización real.
Mientras tanto, algunas fuentes sugieren que Carlos III se encuentra débil en su lucha contra el cáncer, aunque mantiene una actitud optimista y determinada. Un amigo cercano de la Familia Real británica comentó al periódico ‘The Daily Beast‘ que el monarca está dedicando todos sus esfuerzos a combatir la enfermedad, pero su estado de salud es más grave de lo que se sugiere públicamente.
El mundo espera con ansias actualizaciones sobre la salud del rey Carlos III, mientras continúan los rumores y las especulaciones sobre su estado.