La abogada que llevó el proceso de divorcio de la madre cuyo hijo fue asesinado el pasado domingo por su padre en la localidad valenciana de Sueca no supo en ningún momento que su defendida había sido víctima de malos tratos en el transcurso del proceso de divorcio, según ha explicado esta letrada a Efe.
«Por lo que sabemos ahora, la mujer quería cerrar el proceso de divorcio lo antes posible. Hablamos de una persona muy vulnerable, dominada totalmente, anulada y manipulada por su exmarido, con mucho miedo. Ha contado más él sobre las cosas que le hacía a ella que ella misma», ha señalado la abogada Reyes Albero.
La víctima, Jordi, que acababa de cumplir 11 años, se encontraba en el domicilio de su padre a pesar de que éste tenía una orden de alejamiento respecto de la madre, que era la responsable de la custodia del menor, hijo único de la pareja.
Los cónyuges iniciaron en julio y ratificaron en septiembre un proceso de divorcio de mutuo acuerdo que contemplaba un régimen de custodia compartida respecto de su único hijo, pero en agosto el padre fue condenado por maltratar a la madre, lo que debería haber suspendido dicho régimen de visitas.
En el caso de malos tratos -que se juzgó como juicio rápido y se cerró con una condena para el marido de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad y una orden de alejamiento por 8 meses- la madre estuvo representada por un abogado del turno de oficio, ha explicado esta letrada.
«Ella pensaba que eso es lo que le había tocado vivir y esperaba que acabase cuanto antes», añade a EFE para explicar, por otra parte, que el padre ha declarado este miércoles sobre lo sucedido en su comparecencia ante el juez.
«Es un monstruo, una bestia, por lo que ha hecho y por la frialdad con lo que lo ha relatado», ha opinado la letrada que representa a la madre del menor asesinado.
Esta parte solicitará al juez instructor que se elaboren informes psicológicos sobre el estado de la madre en los que se refleje la situación a la que fue sometida y cuál es su situación actual, porque «posiblemente no levante la cabeza jamás».
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