Los Mossos d’Esquadra describen al presunto violador de una menor de 16 años en Igualada (Barcelona), el 1 de noviembre de 2021, como una persona con comportamientos «vejatorios y humillantes» con las mujeres para «dañarlas» física y moralmente y que no tiene, además, «remordimiento».
Estos son algunos de los apuntes que ha hecho la policía catalana sobre el perfil criminal y psicológico del presunto violador de Igualada que han elaborado en el transcurso de sus investigaciones y que figura en el sumario, al que ha tenido acceso Efe.
En este perfil, los Mossos constatan que, a pesar de su juventud, el investigado muestra una actitud «agresiva y violenta» con las parejas con las que ha convivido, tiene «comportamientos vejatorios y humillantes que demuestran una falta de empatía hacia su sufrimiento».
Indican, además, que la reiteración de las acciones agresivas hacia las mujeres evidencia también su «falta de remordimiento»:
«Esta falta de empatía y remordimiento es lo que también los técnicos hacen constatar en los diferentes informes de valoración del investigado», señala el informe de los Mossos d’Esquadra remitido al juez instructor.
A nivel psicológico, se define al presunto violador de Igualada como una persona «impulsiva, incapaz de gestionar escenarios de frustración delante de escenarios de enfrentamiento, conflicto o rechazo, con la capacidad de ser violento si la situación lo requiere, con una sexualidad no normalizada….».
De las declaraciones de las víctimas, se subraya en el perfil, «se comprende que la penetración anal no forma parte de su práctica sexual habitual de pareja, pero parece que cuando el agresor entra en un papel de castigo con las chicas, entonces suele escoger esta práctica sexual -la penetración anal- como elemento para dañarlas y humillarlas».
Este documento remitido al juzgado de Instrucción número 4 de Igualada, que lleva el caso, incluye informes de justicia juvenil y los antecedentes policiales más destacados y «relacionados con una conducta sexual desviada».
La primera de las denuncias por delitos sexuales fue la que habría interpuesto su propia madre, tras agredir a su hermanastra de siete años de edad cuando él tenía entonces quince.
Según los hechos denunciados, cuando estaba alojado con su familia en un camping, agredió sexualmente a su hermanastra con unas prácticas y conductas «abusivas» y, posteriormente, la amenazó con hacerle «más daño» si decía algo.
La segunda de las denuncias procede de la primera de sus dos parejas sentimentales, con la que tiene una hija, quien le describe como una «persona violenta y con un carácter agresivo», que llegó incluso a encerrarla todo un día en un habitación.
Una escena especialmente significativa, se señala en el informe, fue una en la que la obligó a entrar en la caseta del perro mientras le decía: «Tienes que entrar en la casa del perro, perra», una acción con la que buscaba «humillar y vejar moralmente a su pareja».
La tercera de las agresiones recogidas en el informe es la de la segunda de sus parejas, que vivía con el investigado el día que se cometió la violación de Igualada, la cual describe también escenas violentas en las que sufrió hasta cinco agresiones sexuales.
Todo ello, sostienen los Mossos d’Esquadra, da una «clara muestra de su relación con sus parejas».