La desaparición de Shirley M.L. de 33 años y de Sergio de 18, que acababa de salir del centro de menores infractores ‘Teresa de Calcuta‘ en la localidad de Brea de Tajo, ha concluido, pues han sido encontrados en una finca de la zona, donde vivían con evidentes signos de violencia por lo que se les traslado al Anatómico forense para la realización de la pertinente autopsia.
La investigación la han llevado cabo el Equipo de Policía Judicial de Arganda del Rey con el apoyo del Grupo de personas y del Laboratorio de Criminalística de la comandancia de la Guardia Civil de Madrid que tras reunir todas la pruebas posibles, han determinado que el posible autor es el vecino de los dos desaparecidos, un varón español de 35 años, el cual fue localizado fallecido en la R-3, a la altura de localidad de Mejorada del Campo el pasado día 23 de diciembre y que las primeras investigaciones apuntan al suicidio.
Sin embargo, un familiar de Guillermo, el supuesto homicida, se presentó en el cuartel de la Guardia Civil para confirmar que éste se habría suicidado después de confesarle que había matado a la pareja desaparecida en la finca de su abuelo. Según fuentes de la investigación, Guillermo dijo haberlos ”cocido dentro de la furgoneta”.
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Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, indicado por el familiar del agresor, encontraron la furgoneta que los tres utilizaban para guardar utensilios completamente calcinada.
Después de inspeccionar el escenario, los efectivos descubrieron a uno de los cadáveres esparcido por la finca y al otro junto a un hueco en la tierra que posiblemente usó Guillermo para enterrarlo, sin éxito.
En el vehículo también hallaron restos de cinta adhesiva con la que los investigadores creen que el agresor trató de bloquear las puertas para evitar que salieran. Los hechos se produjeron mientras la pareja dormía por lo que no pudieron hacer nada para salvarse.
Según las primeras investigaciones, Guillermo y Shirley no habían tenido ninguna relación sentimental aunque ambos vivían en una finca ocupada de esta pequeña localidad desde el verano junto a algunos perros.
En otoño se incorporó a la casa una tercera persona, Sergio, de 18 años, la otra víctima, que para algunos vecinos del lugar, era una persona peligrosa y se jactaba de haber matado a alguien cuando era menor en defensa propia.
Guillermo era, según las mismas fuentes, un individuo problemático y no se había tomado nada bien que Shirley estuviera con Sergio, con el que no se llevaba bien, teniendo encontronazos y fuertes discusiones frecuentes.
Ninguno de los tres tenían oficio conocido. Vivían de la mendicidad y de las pulseras que ella vendía.
No está claro cómo y dónde Guillermo les habría matado. Será la autopsia la que lo determinará o dará pistas. Lo que sí está confirmado es que los cuerpos no están carbonizados, sino en avanzado estado de descomposición y con heridas propias de haber sido devoradas en parte por alimañas.
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Están investigando si fue allí donde el homicida, que no tenía antecedentes policiales, los asesinó y luego los movió a otros puntos de la finca.