Barcelona ha sido escenario de un importante golpe policial tras la detención de un peligroso fugitivo, en colaboración con agentes del FBI estadounidense.
El individuo, sobre quien pesaba una Orden Internacional de Detención, fue capturado por su participación en un sofisticado fraude que supera el millón de dólares estadounidenses. El arrestado utilizaba una identidad falsa como empleado de reconocidos almacenes comerciales para estafar a sus víctimas.
La operación se llevó a cabo tras un minucioso rastreo de sus actividades y la posterior localización de su residencia en un lujoso chalet ubicado en la isla de Ibiza.
Hasta Barcelona volaron agentes del FBI
Durante el registro domiciliario, realizado con la presencia de agentes del FBI, las autoridades incautaron numerosos dispositivos electrónicos, incluyendo cinco ordenadores, nueve teléfonos móviles, dos discos duros, cuatro memorias USB y ocho tarjetas SIM. Además, se descubrieron documentos relacionados con la estructura societaria y una gran cantidad de joyas.
Las investigaciones revelaron que los fondos obtenidos por el investigado fueron transferidos a cuentas bancarias en varios países, entre ellos Bélgica, Canadá, República Checa, Francia, Alemania, Letonia, Mónaco, Polonia, España, Emiratos Árabes, Estados Unidos y Vietnam.
El modus operandi del estafador consistía en engañar a sus víctimas, haciéndose pasar por empleado de reconocidas empresas, logrando así transferencias patrimoniales fraudulentas que ascendieron a más de un millón de dólares.
Uno de los descubrimientos más relevantes fue la transferencia de al menos 700.000 dólares por parte de una víctima estadounidense a una cuenta en el Reino Unido, abierta bajo una identidad usurpada y controlada por el investigado.
Gracias a la colaboración proporcionada por el FBI que viajaron hasta Barcelona, se pudo determinar que los fondos recibidos fueron posteriormente desviados a las mencionadas cuentas internacionales.
El arrestado, de nacionalidad polaca, además de la Orden Internacional de Detención por los delitos de estafa, usurpación de identidad y blanqueo de capitales, posee antecedentes por tráfico de armas.
Su detención se llevó a cabo a mediados de junio en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, cuando arribaba en un vuelo proveniente de Dubái. En ese momento, intentó usar un pasaporte diplomático de Guinea Bissau.
Este exitoso operativo policial destaca la importancia de la colaboración internacional en la lucha contra el crimen organizado y la estafa.
Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar si el detenido tiene vínculos con otras organizaciones delictivas y para recuperar los activos adquiridos ilícitamente.