El incendio forestal que se ha registrado en la región montañosa de Arafo, Tenerife, sigue sin dar tregua. Hasta la fecha, el fuego ha consumido miles de hectáreas, mientras que residentes cercanos observan, con dolor y angustia, el avance de las llamas que amenazan con acercarse a Santa Cruz.
Mientras el fuego sigue avanzando, las especulaciones sobre su origen no cesan. Las características del siniestro indican la posibilidad de que haya sido provocado, aunque las investigaciones todavía están en curso. Por el momento, la prioridad de los cientos de profesionales desplegados en la zona es sofocar el fuego y proteger a la población.
Las localidades más golpeadas por las llamas son Arafo y Candelaria. Las labores de contención se centran en evitar que el incendio alcance áreas pobladas que ya están siendo evacuadas. Sin embargo, las condiciones climáticas, con el aire seco y las elevadas temperaturas, están facilitando la expansión del fuego en una región repleta de vegetación.
Hasta el momento, se ha evacuado a aproximadamente 150 residentes de las áreas en riesgo. Estos se han desplazado a refugios o casas de familiares, siendo el último barrio en ser evacuado Las Barreras, ubicado en el municipio de El Rosario.
Fernando Clavijo, presidente de Canarias, ha expresado su preocupación y ha solicitado prudencia a la ciudadanía: «Les pido encarecidamente que eviten las zonas afectadas. Un nuevo brote en otra área de la isla podría complicar enormemente los esfuerzos de contención».
La devastación es palpable, con más de 1.800 hectáreas ya calcinadas, afectando principalmente a Arafo y Candelaria, aunque se extiende a otras áreas como La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula y La Orotava. A raíz del incendio, las autoridades han cerrado varios tramos de las carreteras TF-24 y TF-523 y no descartan nuevas evacuaciones si el fuego continúa avanzando.