Un niño de dos años fue atacado el pasado sábado por un pitbull en una casa ocupada en Alcalá de Henares, sufriendo heridas graves en la cara que requirieron su traslado al hospital. El incidente ocurrió a las 20 horas en una vivienda del Camino Viejo de la Esgaravita, en circunstancias que están siendo investigadas.
El niño fue atendido inicialmente en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá y, debido a la gravedad de sus lesiones, fue trasladado al Hospital La Paz de Madrid, donde fue sometido a una cirugía de reconstrucción facial en el departamento de cirugía pediátrica, según ha informado un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112.
El padre del niño salvó su vida al liberarlo de las fauces del perro
El padre del menor, de 25 años, relató a ‘Telemadrid’ que el ataque sucedió cuando fue a buscar unas llaves. En ese momento, el pitbull se lanzó contra el pequeño, mordiéndole en la cara. El padre, al escuchar los gritos, acudió de inmediato y consiguió abrir la mandíbula del perro para liberar al niño, salvándole de mayores daños. «Si no llego a actuar tan rápido, el niño no lo cuenta», expresó el padre, que aún no se explica la reacción del perro, que llevaba cuatro años conviviendo con el niño sin mostrar nunca signos de agresividad.
El pitbull no tenía licencia ni vacunas al día
El pitbull, que tenía chip de identificación, carecía de la licencia especial requerida para razas potencialmente peligrosas y tampoco tenía seguro ni las vacunas al día, según reconoció su dueño. El animal fue trasladado por la Policía Local al Centro Integral Municipal de Protección Animal de Alcalá de Henares, donde permanecerá hasta que el juez determine su futuro legal.
Investigación en curso y preocupación por las condiciones del hogar
El niño permanece ingresado en el Hospital La Paz, donde su estado está evolucionando favorablemente. También han acudido al hospital la madre del menor, que tiene una orden de alejamiento del padre, y otros familiares. Las autoridades judiciales y los servicios sociales también están evaluando la situación del menor, quien vivía en una casa ocupada que podría no cumplir con las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas.
El trágico suceso ha despertado la atención en torno a la tenencia responsable de razas de perros peligrosos y el impacto de las condiciones de vida precarias en las familias que residen en viviendas ocupadas.