Argentina pasa por encima de Brasil en el Clásico Sudamericano
Es muy difícil, prácticamente imposible, imaginarse a una Selección Argentina sin Messi, después de tantos años liderándola y siendo el mejor jugador del mundo. Pero tanto Scaloni como sus jugadores están consiguiendo que, poco a poco, se empiece a ver una transición con muy buena pinta para el futuro.
Cada vez hay menos dependencia de Leo, algo impensable antes. De hecho, de los últimos 11 partidos sin Messi, Argentina ha ganado 10. Tienen una selección de tanto nivel que, sin él, son capaces de pasar por encima de un país cinco veces campeón del mundo como Brasil, ganándoles 4-1 en casa, y dando la sensación de que podrían haber hecho mucha más sangre si hubiesen querido.
El Clásico de Sudamérica estuvo igualado hasta que comenzó. Y eso que Raphinha, en una entrevista antes del partido, aseguró que iban a darles una paliza dentro y fuera del campo. Pues nada más lejos de la realidad, porque en el minuto 4, Julián Álvarez adelantaba a su equipo tras una asistencia de Thiago Almada.
Cierto es que Brasil llegaba al choque con muchas bajas, pero la delantera seguía siendo inmejorable con Vinicius, Rodrygo y Raphinha, y aun así solo fueron capaces de tirar tres veces en todo el partido.
La fiesta se descontroló aún más en el Monumental cuando Enzo Fernández, después de un toque de la defensa carioca, puso el 2-0 en el minuto 12, avisando de la que se le venía encima a Brasil.
Un fallo en la salida de balón de Cristian Romero hizo meterse en el partido a los brasileños con el gol de Cunha, pero duró poco. Y es que antes del descanso, Mac Allister volvió a poner tierra de por medio en el marcador, quitando cualquier esperanza a los visitantes.
Rodrygo sustituido en el descanso
Tras el paso por vestuarios, Dorival Júnior, seleccionador brasileño, hizo un triple cambio para intentar cambiar el partido, pero su equipo era incapaz de hacer daño a una Argentina que tocaba y dominaba el choque como quería.
Salió Giuliano Simeone al campo y tardó tres minutos en unirse a la fiesta albiceleste, marcando el primer gol con su país y celebrándolo con mucha euforia. Y hay quien dice todavía que solo juega por su apellido.
Con el 4-1, el equipo local bajó el ritmo, y ya no pasó prácticamente nada, excepto un par de tanganas típicas en estos choques tan calientes.
Cierto es que a la etapa de Messi en Argentina cada vez le queda menos, pero los argentinos tienen muchos motivos para ilusionarse con esta 'nueva Selección'.