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Los CAR-T académicos: un histórico avance médico español preocupado por el recorte de sus alas

Los innovadores tratamientos celulares que han logrado resultados efectivos en la lucha contra la leucemia linfoblástica y el mieloma múltiple se ven limitados por barreras económicas y legislativas en España
Izaskun Zeberio, hematóloga y especializada en CAR-T en el Hospital Universitario de Donostia. (Foto: I.Z.).
Izaskun Zeberio, hematóloga y especializada en CAR-T en el Hospital Universitario de Donostia. (Foto: I.Z.).

Hace unos años, se viralizó en España la frase “soy español, ¿a qué quieres que te gane?”. Estas palabras se repiten año tras año, pero sobre todo resuenan tras las victorias en competiciones deportivas. Sin embargo, nuestro país tiene mucho que celebrar en otras áreas. Entre ellas se encuentra la medicina y sus avances. La revolución que están consiguiendo médicos españoles en la terapia avanzada contra el cáncer CAR-T es ejemplo de ello.

El Instituto Nacional del Cáncer define el CAR-T como un “tipo de tratamiento en el que las células T (un tipo de célula del sistema inmunitario) del paciente se modifican en el laboratorio para que ataquen a las células cancerosas. Este tratamiento se enmarca como inmunoterapia al basarse en el fortalecimiento del propio sistema inmune del paciente para combatir sus células tumorales.

"CAR-T es un tipo de tratamiento en el que las células T del paciente se modifican para que ataquen a las células cancerosas"

Y es que los linfocitos T son en el sistema inmunológico lo más parecido a un director de orquesta. Manda señales a los otros componentes del sistema y los coordina frente a estas células tumorales para erradicarlas. Por tanto, mediante el tratamiento CAR-T, se extrae un linfocito T del paciente y se modifica genéticamente, creando lo que los médicos llaman un “superlinfocito”. Este linfocito modificado se vuelve a introducir en el paciente y reconoce los tumores originados en los linfocitos B.

España se sumó a esta terapia de origen estadounidense en 2018, y desde entonces ha sido capaz de desarrollar un modelo único que parecía inimaginable: conseguir generar los propios CAR-T mediante el sistema público. Esto es de una importancia vital, teniendo en cuenta que este tratamiento suele ser la última oportunidad para pacientes que no han respondido a otras líneas de tratamiento, y que el precio de esta terapia ronda los 400.000 euros por paciente.

Los responsables de este hito histórico fueron un equipo de investigadores del Hospital Clinic de Barcelona que lo hicieron posible el 2021. Consiguieron desarrollar lo que se conoce como CAR-T académicos, que no dependen de la industria farmacéutica como se había hecho hasta entonces.

Sala blanca de trabajo del Hospital Universitario de Donostia. (Foto: I.Z.).
Sala blanca de trabajo del Hospital Universitario de Donostia. (Foto: I.Z.).

La no presencia de la industria en el proceso de modificación del linfocito hace que el precio se reduzca de esos 400.00 euros a 90.000 euros por paciente. “La diferencia es que la industria farmacéutica puede tener interés, hacer negocio y finalmente obtienen mucho beneficio”, explica Izaskun Zeberio, hematóloga y especializada en CAR-T en el Hospital Universitario de Donostia. “Los CAR-T académicos dan respuesta a necesidades médicas no cubiertas por la industria, a subtipos de linfoma más minoritarios en los que las farmacéuticas no han llegado a hacer desarrollo científico porque las minorías no tienen interés económico”, añade. 

La doctora Zeberio admira profundamente el trabajo de los investigadores del Clinic. Los concibe como “visionarios”. Una de estas figuras y eminencias visionarias es el doctor Manel Juan Otero, jefe de Servicio de Inmunología en el Hospital Clinic de Barcelona y uno de los padres de los CAR-T académicos españoles.

Nacimiento de los CAR-T académicos en España

La primera vez que el doctor Otero escuchó hablar del innovador tratamiento fue en 1995, cuando se empezaban a hacer las primeras investigaciones y publicaciones a caballo entre Estados Unidos y Europa. Sin embargo, no fue hasta 2011 cuando se avistó la posibilidad en el Clinic de ser un hospital que diera la opción de ofrecer este tratamiento a sus pacientes.

Esta decisión fue la que conllevó al nacimiento de los dos CAR-T académicos españoles llamados ARI-0001h y ARI-0002h. El primero de fue creado para tratar a pacientes mayores de 25 años con leucemia linfoblástica aguda. El ARI-0002h ha visto la luz este año, con la innovación de tratar pacientes con mieloma múltiple.

La eficacia de este último fue testeada en un ensayo clínico con un total de 60 pacientes. El 95 % de los participantes que habían recaído tras al menos dos líneas de tratamiento previas mostraron una respuesta favorable al ARI-0002h frente a la toxicidad. Tras estos efectivos resultados, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) como agencia regulatoria, dio la aprobación para la puesta en marcha del nuevo CAR-T académico considerándolo lo suficientemente interesante para cubrir las necesidades de los pacientes.

“No tenemos los mismos recursos que en otros países, pero a la vez tenemos una legislación propia que ha podido desarrollar y tener la autorización para llevar a cabo los CAR-T sin intervención de la industria"

El panorama actual de los CAR-T académicos en España vive una realidad en la que la financiación no es tan amplia como para sobrepasar limites, pero en la que el sistema público ha permitido el impulso de estos en nuestro país. “No tenemos los mismos recursos que en otros países, pero a la vez tenemos una legislación propia que ha podido desarrollar y tener la autorización para llevar a cabo los CAR-T sin intervención de la industria; la exención hospitalaria los da la oportunidad de seguir tratando pacientes”, afirma el doctor Otero.

La conocida como exención hospitalaria es la que ha permitido al ARI-0001h y al ARI-0002h competir contra la industria farmacéutica sin tener de lejos los mismos fondos ni la misma infraestructura. El valor añadido de este modelo español que permite a los hospitales públicos desarrollar y administrar las terapias es que disminuye en una cuarta parte el precio de estas. Por tanto, se democratiza el acceso al CAR-T.

Este valor añadido es de lo más beneficioso, teniendo en cuenta que el afrontar estas terapias supone un coste financiero importante para el paciente. A pesar de que los hospitales autorizados para realizar las terapias avanzadas han incrementado considerablemente desde 2020 hasta ahora, no todas las comunidades ni mucho menos ciudades, tienen un hospital donde hacerlas. Por tanto, los gastos del paciente englobaban desde el desplazamiento hasta el coste de la estancia en el periodo de entre 30 y 36 días tras la linfoaféresis que tiene que estar el paciente cerca del hospital.

El coste económico como preocupación

La preocupación económica de los pacientes es algo que Marcos Martínez conoce muy bien. El gerente de la administración financiera en Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) y de la Asociación Española de Afectados por Linfoma, Mieloma y Leucemia (AEAL) ha acompañado a un total de 116 pacientes de CAR-T en España mediante el programa AEAL A TU LADO.

El programa AEAL A TU LADO es una herramienta para apoyar a los pacientes a nivel financiero, psicológico y con los trámites que han de gestionarse durante el proceso

Este programa de atención al paciente surgió como una herramienta para apoyar a los pacientes a nivel financiero, psicológico y con los diversos trámites que han de gestionarse durante el proceso. “En 2020, hematólogos nos comenzaron a comentar que había pacientes que renunciaban a las terapias avanzadas CAR-T por el coste que suponía”, afirma Martínez. Desde AEAL eran plenamente conscientes de que esto no podía suceder, ya que el CAR-T era la última línea, la última oportunidad de muchos para curarse.

Bajo esta preocupación nació el programa, estableciendo una serie de requisitos que el paciente tenía que cumplir para beneficiarse, como la prescripción de tratamiento con terapias CAR-T o que los ingresos declarados sean inferiores a 20.000 euros brutos anuales. “Intentamos que el proceso que ya es complicado de por sí, sea lo más fácil posible para el paciente”, explica Martínez.

Además, una de las casuísticas de AEAL A TU LADO es que se adapta a las circunstancias de cada paciente, se personaliza la oferta de servicios en función de las necesidades que se tengan que cubrir. “Por ejemplo, hemos tenido algún paciente que tenía un hijo a su cargo y su cuidador principal tenía que a su vez cuidar al paciente; para que los tres pudieran estar juntos se optó por alquilarles un apartamento en vez de un hotel que es lo habitual, para que el ambiente del paciente fuera el más cálido y cómodo posible”, recuerda el gerente.

"Las limitaciones financieras de los pacientes siguen siendo una realidad existente"

Este último año, que ha coincidido con el lanzamiento del ARI-0002h, las solicitudes para beneficiarse del programa AEAL A TU LADO han incrementado de manera muy considerable. De pasar de una media de 20 pacientes beneficiarios al año, este 2024 pasan a ser 54 pacientes. Este dato demuestra que, aunque los hospitales públicos en los que se administran los CAR-T han aumentado en estos cuatro años, las limitaciones financieras de los pacientes siguen siendo una realidad existente.

El futuro del CAR-T académico español

La realidad es que los CAR-T académicos que han nacido del Hospital Clinic de Barcelona son algo insólito y admirable como avance médico, pero como casi todo en esta vida, se ven afectados por las limitaciones económicas. Países Bajos, al ser un estado más pequeño y con más capacidad financiera para destinar a los tratamientos, se considera actualmente el “taller de las células CAR-T europeo”.

Sala blanca en el Hospital Virgen del Rocío. (Foto: Junta de Andalucía).
Sala blanca en el Hospital Virgen del Rocío. (Foto: Junta de Andalucía).

El país centroeuropeo es el que actualmente genera los CAR-T destinados al linfoma no Hodking, el más utilizado a nivel global actualmente. “Nosotros hasta el momento hemos recibido entre becas y donaciones alrededor de 6 millones de euros, pero para tener esta aprobación como mínimo habría que invertir entre 80 y 90 millones de euros”, explica el doctor Otero. “En España, con los habitantes y distribución que tenemos no hay fondos para esta capacidad, y colaborando con los holandeses esperamos tener la autorización también”, prosigue.

Sin embargo, hay un factor más allá del económico que el jefe de Inmunología del hospital catalán considera más preocupante para el futuro y desarrollo de los CAR-T académicos en nuestro país. “El principal problema es que globalmente estos tratamientos se consideran un fármaco; esto hace que sea difícil que no lo tenga que desarrollar la industria farmacéutica porque la normativa está focalizada para que lo lleven a cabo las empresas del sector”, asegura.

"El principal problema es que globalmente estos tratamiento se consideran un fármaco, lo que hace difícil que no lo tenga que desarrollar la industria farmacéutica"

Esta concepción legislativa, complica la presencia de las entidades públicas y, por tanto, la de los CAR-T académicos. Por ejemplo, los únicos que tienen autorización por ley de importación y exportación son las empresas comerciales farmacéuticas. A esta limitación se añade la de que los requerimientos para poder desarrollar las terapias avanzadas se han hecho de un nivel tan complicado que solo inversiones de 100 millones de euros pueden cumplirlas.

“Si se depositaran unos niveles de control distintos, los costes podrían bajar hasta diez veces, y en consecuencia los precios”, asegura el doctor Otero. “Las normas actuales son como si por la carretera solo se pudiera circular con un Ferrari, cuando obviamente existen muchos tipos de coches distintos y muchas maneras de conducir”, explica.

Para garantizar el desarrollo positivo de las terapias avanzas académicas sería necesario que la normativa de la legislación apoyara las posibilidades del desarrollo académico al mismo nivel que se impulsa a las grandes empresas de la industria farmacéutica. De esta manera, los CAR-T académicos como son el ARI-0001h o el ARI-0002h podrían extender sus alas y cubrir un mayor cupo de pacientes que tienen estas terapias avanzadas como última línea de esperanza y tratamiento.