Banco Santander lleva una caída de su valor en bolsa, de más del 50% desde que Ana Botín asumió la presidencia el 10 de septiembre de 2014, tras la muerte de su padre, Emilio Botín. Cuando decide ponerse al frente de la primera entidad en España, la capitalización del primer banco en España era de 91.000 millones de euros y cotizaba en 7,70 euros.
Actualmente su precio marca los 2,46 euros, una caída del 67% con un valor en bolsa de 41.200 millones de euros. En el año acumula un retroceso del 25%, mayor que la de sus competidores como BBVA con un 22% o Caixabank un 23%. Hace ocho años era la mayor empresa del IBEX-35 por su valor en bolsa. Hoy, compañías como Inditex que suma 67.000 millones o Iberdrola con 58.000 millones de euros, se han puesto por delante en el ranking.
En los ocho años transcurridos, los accionistas han visto como el valor de su inversión se ha reducido en un 67%, por la caída en la cotización de la acción. Tampoco encuentran consuelo en la retribución vía dividendo, puesto en que en 2014 era de 0,60 euros anual, comparados con los 0.20 euros en 2022.
No ha sido una buena inversión para el pequeño ahorrador. Si a esto se suma que la inflación ha subido un 18% desde 2014, ha visto como su capital se ha reducido considerablemente. Accionistas mayoritarios como Blackrock con un 5% o Capital Research o la gestora de fondos Amundi con un 3% guardan silencio ante la trayectoria negativa de la acción.
Fracaso en el fichaje de nuevo CEO y demanda judicial
Este no ha sido el único quebradero de cabeza para su presidenta. En enero de 2019 el Consejo de Administración anuncia que finalmente no fichará a Andrea Orcel como nuevo CEO. Ante esta decisión, el banquero decide interponer una demanda contra la entidad y el Juzgado de Primera Instancia número 46 de Madrid condena al banco y fija una indemnización de 51,4 millones de euros.
El fiasco en su contratación no supuso la asunción de responsabilidad por ningún directivo ante el importe millonario que tendrá que desembolsar la entidad. A esto se suma que en diciembre de 2021 se produce la salida de Rami Aboukhair, responsable de Santander en España, tras más de 20 años trabajando en el banco. El motivo de su marcha no fue desvelado, aunque algunas fuentes hablan de discrepancias en la gestión del mercado en nuestro país.
Pero los cambios no acaban aquí, el próximo 1 de enero, el directivo de Santander México será el nuevo CEO a nivel mundial, en sustitución de José Antonio Alvarez. Llevaba en el puesto desde enero de 2015 y relevó a Javier Marín, tras su destitución de manera fulminantemente por la mala relación con la presidenta.