Teddy Bautista prepara su jubilación
En junio del 2011, apenas unas semanas después de cumplir 68 años, Teddy Bautista dejará la presidencia del Consejo de Dirección de la SGAE. El canario se retirará de la primera fila después de casi tres décadas al frente, pero no abandonará del todo el rentable barco, que maneja un presupuesto cercano a la mitad de todo el Ministerio de Cultura español. Según fuentes de la Junta Directiva de la SGAE, Teddy Bautista se irá sólo a medias. Planea seguir al frente de Arteria Multiespacios, un controvertido y megalómano proyecto empresarial en el que ya se han invertido más de 350 millones de euros -la mayoría a crédito- en la compra de grandes teatros en todo el mundo. Es la pirámide del todopoderoso faraón.
En los últimos años, la Fundación Autor, propiedad de la SGAE, ha comprado varios teatros en todo el mundo con el objetivo de dirigirlos directamente para promocionar las obras de sus socios. De esa gestión se ocupa una empresa, Arteria Promociones Culturales, S.L, cuyo único accionista es por el momento la Fundación Autor, aunque la SGAE no descarta sumar al proyecto a inversores privados. Ya van más de 20 edificios, entre los que se cuentan el Teatro Fleta de Zaragoza, el Paral.lel de Barcelona, el Palacio del Infante Boadilla, el Cine Berlanga en Madrid, la Torre de la Música en Valencia, el Teatro Lírico en México DF o el Teatro Metropolitan, en Buenos Aires, entre otros.
La última gran operación del proyecto Arteria se cerró hace unas semanas, a finales de diciembre, con la adquisición por unos 80 millones de euros de dos grandes teatros de la Gran Vía de Madrid: el Coliseum y el Lope de Vega. Además de estas salas, la compra incluye la propiedad de una joyería, una marisquería y 40 pisos sobre el Coliseum en plena Gran Vía, la zona más céntrica de Madrid. Las viviendas y los locales están alquilados. A partir de ahora, sus inquilinos pagarán su renta a esta sociedad de la SGAE, que depende de una fundación teóricamente sin ánimo de lucro.
La operación inmobiliaria en Gran Vía ha encendido a los empresarios teatrales españoles, que han mantenido varias reuniones con el Ministerio de Cultura para protestar por lo que consideran una intromisión intolerable. "Nos sorprende que la SGAE se dedique a comprar teatros, y nos preocupa qué es lo que van a hacer con ellos", aseguraba hace unas semanas La SGAE "se financia con el dinero que obtiene en otros teatros y auditorios", decía Cimarro, que denunciaba también que esta actividad no se encuentra entre los objetivos de la SGAE, una entidad de gestión de derechos que, como tal, disfruta de un estatus especial dentro de la ley de la propiedad intelectual. "Tendrían que preguntárselo sus socios si su objetivo es adquirir teatros", se quejaba Cimarro, que subrayaba también que la SGAE "se financia con el dinero que obtienen en otros teatros y auditorios". Tiene razón en su queja, aunque el origen principal del dinero con el que Teddy Bautista está financiando el ambicioso proyecto Arteria es otro. Se trata del canon de copia privada.
Por ley, el 20% de toda la recaudación del canon debe destinarse a la promoción cultural, una importante inversión que gestionan directamente las siete entidades de gestión que hay en España (la SGAE es, con mucha diferencia, la mayor de ellas). En el último año auditado, el 2008, la recaudación cayó un 8,6%, hasta los 83,3 millones de euros. Un gran porcentaje de la quinta parte de esa cantidad -el reparto entre las gestoras de derechos es desconocido- lo gestiona la SGAE, a través de la Fundación Autor, que es quien paga los teatros de Arteria.
Con todo, las cifras de inversión de Arteria -300 millones de euros en España y otros 80 millones de dólares en el extranjero- superan con mucho estos ingresos, que están siendo hipotecados en este faraónico proyecto. Gran parte de las operaciones se están cerrando a crédito, con los futuros beneficios del canon y los ingresos de la propia SGAE y de la Fundación Autor como aval. En Boadilla, el ex alcalde del PP Arturo González Panero -más conocido como 'el albondiguilla' en la 'trama Gürtel'- autorizó en el año 2006 a la SGAE para que hipotecase la concesión municipal durante 75 años del Palacio del Infante, un edificio histórico que está protegido como Bien de Interés Cultural.
La concesión de este palacio a la SGAE fue denunciada en los tribunales; la investigación del caso está en manos del juzgado de lo contencioso administrativo número dos de Madrid. Hace un mes, la Comunidad de Madrid paralizó las obras después de encontrar restos arqueológicos bajo los cimientos del edificio. El palacio, que iba a ser la nueva sede tanto de la SGAE como de Arteria y de la Fundación Autor, está situado a escasa distancia del domicilio de Teddy Bautista, que vive en un chalet en una urbanización de lujo en Boadilla.
Al frente de Arteria, además del propio Teddy, están dos personas. Por un lado, Ramiro Osorio, ex ministro de Cultura de Colombia, que se incorporó a principios del 2009 como director general. "Arteria no es una empresa pura y dura pero no tiene ánimo de pérdida, ni económica ni cultural. Tiene que tener una recuperación social. Todo lo que se gane en estos espacios se reinvertirá", aseguraba en marzo del año pasado a Por el otro, Luis Álvarez, un empresario teatral, responsable de Wonderland Entertainment, la empresa privada que se ocupará de la gestión de los teatros de Arteria. "El modelo teatral en España es antiguo, vive de las subvenciones que paga el Ministerio", dice Álvarez. Teddy Bautista figura también como presidente de Wonderland, según los datos presentados en el registro mercantil.
Pero, ¿cuál será el modelo teatral de Arteria?, ¿ese que no vivirá de las subvenciones del Ministerio, sino del canon digital? En la página de inicio de su web, www.arteria.com, no hay mucha información. Sólo un "llegará muy pronto" junto con un formulario en el que se puede dejar el correo electrónico para recibir más noticias cuando las haya.
Sin embargo, a través de las páginas indexadas por la araña de Google, es posible acceder a otras direcciones dentro de la web donde sí aparece más información sobre el proyecto. En el apartado "Qué es Arteria", la empresa de la SGAE se presenta con el siguiente texto: "¿Cena o teatro? Y por qué no ambas cosas y bajo el mismo recinto, sin apenas moverte. O ¿qué tal si después de un concierto comemos algo en la cafetería de la última planta? Bajo esa filosofía de aunar ocio y cultura en un único espacio multidisciplinar nace Arteria. Entramado vivo de enclaves culturales al servicio de la calidad, imaginación, creatividad y diversidad".
La semana pasada, los trabajadores de la SGAE solicitaron al Ministerio de Cultura que ordenara una auditoría externa de la entidad de gestión ante la "alarmante situación" que vive la entidad, que "puede conducir a la desaparición de la SGAE después de ciento diez años de existencia y la consiguiente pérdida de nuestros puestos de trabajo". En una carta dirigida a la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, denuncian que Bautista, "con el visto bueno del Consejo, se ha empeñado en hipotecar las futuras recaudaciones de la SGAE que pertenecen a sus socios en unos proyectos desproporcionados para los recursos de la Entidad". Se refieren al proyecto Arteria, y denuncian también la "creación de empresas con ánimo de lucro que resultan deficitarias, a las que la empresa matriz SGAE inyecta ingentes cantidades de dinero para su sostenimiento". En los últimos meses, la SGAE está negociando una reducción de plantilla que afectará a una cuarta parte de los trabajadores.
La denuncia de sus propios trabajadores ante el Ministerio de Cultura es la última mancha en el expediente de Teddy Bautista, una gestión y una responsabilidad compartida también por el Consejo de Dirección. Cuando deje el cargo, en junio del 2011, Tedddy habrá pasado 28 años al frente de la SGAE, primero como vicepresidente, después como consejero delegado y más tarde como presidente del Consejo de Dirección. Han sido casi tres décadas de claroscuros. Por un lado, Teddy ha multiplicado los ingresos de una sociedad que en 1983, cuando él se incorporó a la dirección, repartía 24 millones de euros entre sus socios; una cifra que en el último ejercicio auditado, el del 2008, aumentó hasta 363,2 millones. Durante su gestión, los ingresos de la entidad han crecido un 1.512%. Por el otro, ha conseguido que la SGAE sea una de las instituciones más impopulares de España, con una imagen pública tan mala que hasta dio para chistes en el último especial de Nochevieja de TVE.
Hace unos meses, Teddy Bautista contrató a la consultora de comunicación Llorente y Cuenca, y a José Antonio Zarzalejos, ex director de ABC, para intentar cambiar esta situación. La nueva estrategia pasa por presentar un perfil más bajo en los medios ante las peleas de la propiedad intelectual, una guerra que se deja a la recién creada Coalición de Creadores y sus portavoces. Mientras tanto, el que fuera portavoz de la SGAE durante años, el abogado Pedro Farré, ha abandonado la dirección de la entidad. Ahora vive en Estados Unidos, donde ha puesto en marcha una consultora para empresas españolas.
Cuando Teddy se jubile de la SGAE, no sólo le espera un probable destino en Arteria. También un jugoso plan de pensiones, según del que se desconoce la cantidad exacta. Sólo se sabe una cifra, pero no el reparto: al fondo de pensiones -del que se beneficiarán 19 directivos de la entidad- ya se han aportado dos millones de euros desde el año 2002.
Ignacio Escolar