El Arsenal despierta al Madrid del sueño de la remontada

No hubo milagro. Era una hazaña complicada antes de empezar, pero con el Real Madrid en la Champions nunca se puede dar nada por cerrado. Ni siquiera el Arsenal, que llegaba con una ventaja de tres goles, se permitió el lujo de relajarse.
Los de Arteta firmaron un partido perfecto en el Santiago Bernabéu, apagando cualquier intento de remontada y dejando a los blancos sin semifinales y sin la posibilidad del ansiado triplete.
Carlo Ancelotti optó por un pequeño ajuste en el once respecto al partido de ida: Modric se quedó en el banquillo, Lucas Vázquez entró en el lateral derecho, y Valverde adelantó su posición en el centro del campo.
Durante los primeros diez minutos fue el único momento en el que el Madrid dio sensación de peligro, porque como era de esperar, salió a comerse el campo..
Pero el Arsenal aguantó, e incluso golpeó primero. En un córner aparentemente sin peligro, el VAR llamó al árbitro para revisar un agarrón de Asencio dentro del área y pitó penalti.
Saka asumió la responsabilidad, pero su intento de panenka al lado derecho no engañó a Courtois. El portero belga adivinó la intención y mantuvo la portería a cero. La grada, encendida, soñó en ese momento con otro milagro europeo.
Minutos después, el Madrid iba a tener su oportunidad: otro penalti, pero esta vez a favor. Sin embargo, tras más de seis minutos de revisión que dejaron al estadio muy enfadado, la jugada fue anulada al considerarse que el agarrón a Mbappé no era suficiente, siendo un duro golpe para los jugadores.
El primer tiempo acabó sin goles, sin disparos a puerta del Madrid, y con un Arsenal que cumplía su plan al milímetro.
En la segunda mitad, los blancos siguieron insistiendo con centros desde las bandas, pero sin un ‘9’ de referencia como Joselu el año pasado, no había remate posible.

El Arsenal, cómodo, esperaba su oportunidad al contraataque. Y llegó. En el minuto 65, Saka se resarció de su penalti fallado con una vaselina impecable tras una gran asistencia de Mikel Merino. Mandó callar y silenció al Bernabéu el extremo inglés.
Ya parecía definitivo, pero solo dos minutos después, Saliba cometió su único error de toda la eliminatoria y permitió que Vinicius recortara distancias. El Madrid volvía a creer. Quedaban 25 minutos para lograr tres goles. Parecía una locura pero los blancos tenían que confiar en que se podía.
Sin embargo, la lesión de Mbappé, que tuvo que abandonar el terreno de juego, y el oficio del Arsenal, que supo cortar el ritmo del partido con interrupciones constantes, terminaron de frenar al conjunto blanco, mientras que los minutos pasaban sin que los centros encontraran destino. Y es que, durante todo el partido, el Madrid lo intentó más con corazón que con juego.
Martinelli puso la sentencia definitiva en el descuento, aprovechando una contra con todo el Madrid volcado. El Bernabéu, enmudecido y con mucha gente ya fuera, asistió al final de una noche sin épica, de una Champions que se escapa, y de un sueño que tendrá que esperar: el del primer triplete de la historia del club.