Así es el misterioso mineral que podría reescribir la historia de Marte

El descubrimiento de siderita, un mineral de carbonato de hierro, arroja luz sobre la antigua atmósfera densa de Marte y su transformación a lo largo del tiempo.
¿Qué es el Curiosity y por qué es tan importante para Marte?
El Curiosity es un rover de la NASA que aterrizó en Marte el 6 de agosto de 2012, dentro del cráter Gale, como parte del programa Mars Science Laboratory (MSL). A diferencia de misiones anteriores, Curiosity fue diseñado para ir mucho más allá de tomar imágenes o realizar análisis superficiales: este laboratorio móvil, del tamaño de un coche pequeño, lleva instrumentos científicos avanzados capaces de perforar rocas, analizar muestras del subsuelo y estudiar la atmósfera.
Su misión principal es determinar si Marte alguna vez tuvo condiciones favorables para la vida microbiana, explorando la geología del planeta, su clima pasado y el papel del agua en su historia. Con casi 13 años de actividad, Curiosity sigue operativo y ha recorrido más de 30 kilómetros, enviando valiosa información desde el planeta rojo.
Una de las preguntas más importantes que intenta responder es qué sucedió con la atmósfera marciana. Se sabe que, hace unos 3.500 millones de años, Marte era más cálido y húmedo, con ríos y lagos. Pero su atmósfera, rica en dióxido de carbono, se fue perdiendo con el tiempo. El hallazgo de siderita, un mineral de carbonato de hierro, podría aportar una pieza clave en este complejo rompecabezas.
Un hallazgo clave en las entrañas del cráter Gale
Una imagen tomada el 30 de abril de 2023 por el rover Curiosity muestra sus huellas alejándose en el sitio bautizado como “Ubajara”, en el cráter Gale, una región donde se han detectado formaciones de rocas, dunas de arena y una cordillera al fondo. Fue en esta ubicación donde Curiosity identificó siderita, un tipo de mineral carbonatado que podría ser clave para comprender qué ocurrió con el dióxido de carbono que una vez envolvió Marte.
Durante décadas, los científicos han planteado que Marte albergó una atmósfera rica en dióxido de carbono y agua líquida en su superficie. En teoría, estas condiciones debieron dar lugar a la formación de minerales carbonatados en abundancia, producto de la interacción entre el CO₂ y las rocas marcianas. Sin embargo, las exploraciones previas, tanto de rovers como de satélites, no habían logrado detectar tales cantidades de carbonato, generando un vacío en el modelo evolutivo del planeta.
Según un estudio publicado en Science en abril de 2025, la clave podría estar en el subsuelo. Curiosity perforó tres sitios distintos en las capas ricas en sulfato del Monte Sharp, revelando la presencia de siderita. Este hallazgo indica que el carbonato podría haberse formado en ambientes con bajo pH y condiciones reductoras, distintas a las que inicialmente se habían considerado.
El subsuelo marciano: un archivo de hace 3.500 millones de años
“El descubrimiento de abundante siderita en el cráter Gale representa un avance sorprendente e importante en nuestra comprensión de la evolución geológica y atmosférica de Marte”, declaró Benjamin Tutolo, profesor asociado de la Universidad de Calgary y autor principal del artículo.
Para analizar las muestras, Curiosity utiliza su instrumento CheMin (Química y Mineralogía), que pulveriza las rocas extraídas hasta tres o cuatro centímetros de profundidad. Este equipo emplea difracción de rayos X para determinar la composición de los materiales, revelando con precisión los minerales presentes en el lugar donde, hace millones de años, pudo haber agua líquida.
“Perforar la estratificada superficie marciana es como hojear un libro de historia”, señaló Thomas Bristow, investigador de la NASA Ames y coautor del estudio. “A tan solo unos centímetros de profundidad, podemos hacernos una idea clara de los minerales que se formaron en la superficie o cerca de ella”.
Los datos analizados por la División de Investigación y Exploración de Astromateriales (ARES), del Centro Espacial Johnson en Houston, sugieren que parte del carbono que se creía desaparecido está oculto bajo la superficie. Este hallazgo explica por qué los sensores de satélites en órbita, que solo analizan las capas más superficiales, no habían detectado estas concentraciones.
¿Dónde está el resto del carbono?
El hallazgo de la siderita es relevante, pero no explica por completo el destino del dióxido de carbono que debió existir en la atmósfera primitiva de Marte. La cantidad encontrada representa solo una fracción de la necesaria para crear condiciones cálidas y húmedas a largo plazo.
Esto ha llevado a los científicos a preguntarse si existen otros depósitos de carbonatos aún no detectados o si gran parte del CO₂ fue expulsado al espacio cuando Marte perdió su campo magnético, dejando su atmósfera vulnerable al viento solar.
Misiones futuras que puedan analizar a mayor profundidad o explorar otras regiones ricas en sulfatos podrían confirmar si la siderita está más extendida de lo que se pensaba. De ser así, se daría un paso clave para reconstruir la historia climática y atmosférica de Marte, e incluso comprender mejor las condiciones necesarias para la habitabilidad en otros planetas.
Curiosity forma parte del Programa de Exploración de Marte (MEP) de la NASA. La misión está dirigida por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), administrado por Caltech en Pasadena, California, y coordinada por la Dirección de Misiones Científicas de la NASA en Washington.