En la antesala del Gran Premio de Italia en el Autodromo Internazionale di Monza se ha mostrado por primera vez el aspecto que tendrán los nuevos monoplazas de Fórmula 2 que competirán a partir de la temporada 2024. La telonera de la categoría reina estrena nuevo chasis, un coche en el que se ha trabajado durante cerca de año y medio y lo utilizarán todos los equipos de la Fórmula 2 en los próximos años. De entrada, seguirá siendo un coche de motor de combustión, sin contar con hibridación ni otros sistemas de propulsión eléctrica como en F1.
A nivel de diseño, así como en el nivel de seguridad en el habitáculo, la Fórmula 2 se ha querido acercar todo lo posible a la F1 después de haber estado utilizando el chasis anterior durante seis años. Eso sí, en ningún momento se detalla que se haya trabajado en particular en seguridad ante impactos laterales, lo peor que puede suceder en un monoplaza – y lo que le costó la vida, precisamente en un Fórmula 2, a Anthoine Hubert en 2019 y a Dilano van’t Hoff hace apenas unas semanas. La aerodinámica se ha trabajado, sobre todo en el alerón trasero, para favorecer el agarre en aire sucio y la posibilidad de adelantamientos ‘naturales’.
Por cuestiones de control de costes, se ha mantenido tanto el motor como la caja de cambios, así como otros componentes mecánicos procedentes del monoplaza anterior. El motor sigue siendo el V6 3.4 turbo preparado por Mecachrome, misma especificación para todos los pilotos (al menos en teoría, dado que es conocido que algunos equipos obtienen mejor material). Este motor desarrolla unos 620 caballos de potencia a 8.750 revoluciones y 570 Nm de par motor. Según las especificaciones actuales, se ha de rehacer motor cada 8.000 kilómetros – nada mal teniendo en cuenta que algunos motores de rallyes actuales han de rehacerse cada 2.000 aproximadamente.
Tanto la carrocería de fibra de carbono como la célula de supervivencia y las estructuras de los alerones corren a cuenta de Dallara mientras que el Halo es de titanio – el mismo que se utiliza en la F1. La caja de cambios es una Hewland de seis marchas secuencial con accionado electrohidráulico mediante levas y embrague ZF Sachs. Se cambia tanto la centralita de recogida de datos como la gestión de suministro de potencia, ambas por parte de Magnetti Marelli.
En resumen, se trata de una manera de acercar a la Fórmula 2 a los estándares de la Fórmula 1, tanto en imagen como en diseño. Hasta el sistema de DRS es idéntico al de la categoría reina por activación hidráulica, además de contar con unas dimensiones parecidas – un largo de nada menos que 5.284 metros, sin llegar a reducirse el largo o la distancia entre ejes como piden muchos pilotos actuales.
Un nuevo Fórmula 2 de cara a las tres próximas temporadas
Este monoplaza se utilizará de cara a las tres próximas temporadas, hasta 2026, según afirma el CEO de la Fórmula 2 Bruno Michel. También se ha pensado para todo tipo de pilotos, desde los que apenas miden metro y medio de altura hasta los que se acercan a los dos metros de altura. Esta cuestión, junto con los ajustes en la dirección (nuevo volante de XAP Technology) hace pensar en un Fórmula 2 más sencillo de operar, además de estar pensado para que operen con el coche hasta doce personas, tal como se indica en el Reglamento Deportivo de la Fórmula 2.
Es preciso comentar que el aspecto del motor, el que muchos esperaban que se cambiase por los problemas que han dado algunos de los Mecachrome, es de los que no se han cambiado. También ha llamado la atención que, con el nuevo conjunto aerodinámico común para todos los equipos, los Fórmula 2 nuevos guardan cierto parecido con los Super Fórmula de Japón, los cuales cuentan con una potencia similar y también es chasis único para todos (Honda y Toyota son los suministradores, pero con muchos elementos en común).
Por otro lado, también tiene sentido mantener el propulsor en una era de costes contenidos teniendo en cuenta los cambios tecnológicos pensados para dentro de tres años. Y es que la Fórmula 2 se enfocará no en sistemas híbridos o en propulsión eléctrica (o pilas de hidrógeno) como ocurre en otros campeonatos, sino que se dedicará a correr con combustibles sintéticos de 2027 en adelante, al igual que la F1. Una tecnología en desarrollo que, a día de hoy, supondría la salvación de los motores de combustión de cara al futuro lejano en el que persiga la huella neutra en carbono.
El nuevo Fórmula 2 se estrenó en el circuito italiano de Varano, como se puede ver en estas imágenes. Las primeras unidades se entregarán a los equipos en el mes de diciembre mientras que los equipos recibirán sus segundos coches a mediados de enero. De esta manera, tendrán tiempo para adaptarse al nuevo coche – también tendrán un test en el que cada equipo podrá usar uno de sus monoplazas.