Ya sé que en mi penúltimo artículo les hablé de ella, en concreto del pene que llegó a ponerse su jefa para acosarla sexualmente, pero no puedo volver a convertir en protagonista de mi columna a Cristina Tárrega después de que otro medio como Informalia recordara cómo la estimulaban sus pezones antes de salir en pantalla. Ninguno de ustedes me hubiera perdonado no hacerlo.
Aquello ocurrió durante la emisión de Sola en la ciudad, el programa de Telemadrid que, allá por el año 1998, hizo realmente famosa a la presentadora, algo que no había conseguido con anterioridad siendo la vocalista del grupo pop valenciano ‘Mamá ya lo sabe’ ni colaborando con Manolo Molés, a comienzos de aquella década, en su espacio taurino de la extinta Canal +.
La estética de aquel espacio de la autonómica madrileña se sintetizaba en los escotes de la Tárrega, con los que se decía que ella sacaba partido y de los que nadie se quejaba por aquello de que la ‘exhibición’ era en la madrugada. Blanco y en botella. Como todo el mundo era feliz con aquello, la conductora dio el visto bueno a que un regidor, con una profesionalidad digna de elogio, estimulase con tacto y cuidado sus pezones antes de que se iniciara el programa, como muestra la imagen que ilustra este texto y que no es un montaje.
No era de extrañar que sus fieles espectadores empezaran a darse cuenta de que a los pezones de la protagonista, vestida muchas veces con camisas de raso, permanecían enhiestos. Por mucho frío que hiciera en el estudio, que al parecer lo hacía, el motivo de esa rigidez era otro, tal y como han confirmado a dicho medio trabajadores que entonces compartían con ella plató y grabaciones.
Si toda una generación se amamantó a los pechos de Leticia Sabater, como ella misma dijo, muchos telespectadores de Telemadrid conocieron la estimulación sexual con aquella Cristina Tárrega que subyugaba no sólo por su sensual y cazallero tono de voz sino por los escotes que lucía y, utilizando un término de la ‘fiesta nacional’ de la que ella es tan partidaria, esos ‘pitones’ que lucía, que podrían haber dejado tuerto a más de uno.
Cristina Tárrega y una de sus invitadas, Yola Berrocal, hablando sobre sus senos en Territorio comanche
Cristina debió dar el visto bueno a este procedimiento, para el que contó con el realizador y no con su peluquera o maquilladora, porque se percató de llevar a cabo otro sistema que utilizaban las playmates para conseguir un efecto similar, como era la aplicación de hielitos sobre los pezones. De haberlo hecho, y por aquello de la humedad, la podrían haber relacionado con concursos de ‘miss camiseta mojada’.
El caso es que desde aquellas tácticas y por culpa de aquellos escotes los pechos de Cristina Tárrega dejaron con el tiempo de ser los mismos, porque bromas sobre los mismos como las que llevaba a cabo Florentino Fernández en espacios como El informal, que se ayudaba de unas enormes bolas de goma espuma pegadas a un corsé gigantesco, hicieron que la presentadora optara por someterse a una reducción de senos. Poco después incluso declaró, medio en broma, medio en serio que «creo que Florentino se puso excesivo pecho para imitarme, y eso a mí me creó un trauma y tuve, que quitármelo». Maldito Flo.
La mosca