La polémica está servida. Hace unos días la noticia corría como la pólvora: el perfil de Instagram de la hija de la actriz Verónica Forqué, María Forqué, era censurado debido a su explícito contenido sexual y terrorífico (con sangre y vísceras simuladas). La red social ha dicho ‘basta’ y ha decidido cerrar la cuenta de la joven ya que según la plataforma fotográfica no cumple con sus códigos acerca del mal gusto o las imágenes de “desnudos integrales o parciales”. Una decisión que ha indignado a los seguidores de María que se han quejado de la anulación de este perfil.
De hecho, muchos califican la hija de Verónica Forqué y Manuel Iborracomo una artista multidisciplinar, fruto de su admiración por el mundo del espectáculo. La joven crea performances en los que convierte su cuerpo en uno de los elementos fundamentales de la obra, sino el más importante.
Para algunos el Instagram de María Forqué era una auténtica galería de arte aunque otras voces se habían alzado en contra de algunas de las imágenes, por lo que hay que entender que incluso habían llegado a denunciar el perfil. Paralelamente, en las redes sociales se ha iniciado una campaña con el nombre ‘FreeMaría Forqué1’, creada por los que consideran una inaceptable censura.
La censura en Instagram también ha afectado a otros rostros conocidos, como es el caso de Scout Willis. La actriz, diseñadora, e hija de Bruce Willis y Demi Moore, se enfadó mucho con Instagram cuando le censuraran la imagen de una de sus confecciones: una camiseta en la que aparecen dos mujeres en topless.
se supone que esta red social no permite fotografías de desnudos. Sin embargo, y como Willis se ha encargado de demostrar, la red social no hace lo mismo con las imágenes que cuelga Dan Bilzerian, un odiado playboy y jugador de póker, que es seguido por un millón de usuarios, y que suele publicar fotos de mujeres semidesnudas y armas de fuego.
Como método de protesta, Scout decidió contactar con el fotógrafo del reportaje erótico de Rihanna en Louie, Mario Sorrenti. Juntos se fueron de paseo por las calles del Lower East Side en Nueva York: Sorrenti cámara en mano y Willis vestida únicamente con una falda.
Bajo el lema “Legal en Nueva York pero no en Instagram”, Willis compartió dos de las fotografías en Twitter, y también en Instagram, cuyos administradores no tardaron en cerrarle la cuenta, sobre todo cuando la joven amenazó con no dejar de publicar fotos de senos durante todo el día.
Otra responsable de desatar las iras de Instagram fue la periodista Nuria Roca, después de que colgara la sombra de su cuerpo mientras se supone que estaba tomando el sol en topless. Un medio desnudo que se intuye por el juego de sombras que dibuja toda su anatomía, incluido su pecho.
La fotografía fue inmediatamente eliminada de la cuenta personal de la periodista por los responsables de Instagram que le mandaron un mensaje en el que le comunicaban que habían borrado su entrada porque no cumplía «las normas comunitarias» de la red social. Ante la censura digital a la que ha sido sometida, Nuria Roca no se calló y respondió con el siguiente mensaje: «…Parece ser que para los señores de Instagram una sombra donde se perfila un pecho es censurable, peligroso y poco ético… Quizá habría que revisar esas «Normas comunitarias» y ver dónde realmente están realmente los límites de la moralidad».
También retiraron unas imágenes de Rihanna que forman parte de un reportaje para la revista erótica Lui del fotógrafo Mario Sorrenti en las que aparece desnuda. El reportaje fotográfico de la artista dejaba ver el cuerpo desnudo de la caribeña, sus tatuajes y un «piercing» en su seno derecho.
La posible decisión de Instagram responde a las condiciones de uso de esa red social, que habría censurado las imágenes por considerarlas inapropiadas. Pese a todo, la de Barbados decidió publicar esta misma galería en Twitter, otra red social que no vio lo pecaminoso del reportaje y permitió que los seguidores de la cantante pudieran contemplar dichas fotografías,
Ana P. Cabrero