Cuando se hizo pública la reconciliación y el compromiso de boda entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, después de la corta ruptura por la infidelidad de él en un festival de música en Estados Unidos, todas las miradas se posaron sobre el duelo de divas de las madres de los novios: Isabel Preysler y Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva.
Sin embargo, a diferencia de su consuegra, Molas siempre ha protegido la intimidad de su familia con uñas y dientes, manteniéndose en un segundo plano hasta en la boda de su hijo con Tamara Falcó y no queriendo posar en muchas de las fotografías de la exclusiva para ‘Hola’.
Hasta ahora, cuando la madre de Íñigo Onieva ha roto su silencio y se ha abierto en canal sobre su cara más íntima en una entrevista concedida a la revista ‘Forbes Women’.
La pérdida de un hijo y amenazas de ETA: la cara más íntima de Carolina Molas
Tres meses después de la famosísima boda de su hijo Íñigo con Tamara Falcó, la empresaria Carolina Molas ha roto su silencio para desvelar las partes más íntimas de su vida profesional y laboral en una entrevista para la revista ‘Forbes Women’ en la que no habla de su nuera, sino que pone el acento en su vida como empresaria y su faceta más íntima.
Carolina Molas es la directora de la empresa Cemevisa, dedicada al sector de la comercialización de electrodomésticos, fundada por su padre, Carlos Molas, hace 60 años en Bilbao, una ciudad de la que Carolina y su familia tuvo que huir después de ser amenazados por la banda terrorista ETA en 1983.
«Somos exiliados de ETA. En el 83 tuvimos que venir a Madrid. Salimos huyendo una madrugada sin coger nuestras cosas y nunca más pudimos volver a casa. Fue muy traumático. Yo tenía 15 años, muy mala edad. Creo que mi mente lo ha borrado. Me falta información, porque mi padre era muy vasco y no daba explicaciones. Nos fuimos un día a las cinco de la mañana, cada uno en un coche, con el perro, las tortugas, nevando», explica Molas en la entrevista.
Sin embargo, la vida en Madrid no fue fácil, según relata ella misma. Tuvieron que vivir años escondidos, de hotel en hotel, y cuando ETA los descubría, volvían a mudarse: «Tardamos años en vivir tranquilos», confiesa la empresaria.
Empresaria de éxito, CEO de una gran compañía pero también madre joven. Y es que, otro de los aspectos que relata Carolina Molas en la entrevista fue que a los 20 ya tenía descendencia y a los 25 años era madre de cuatro hijos, «Uno de ellos falleció de meningitis a los siete años. Lo tenemos aceptado, aunque costó», explica.
Una madre muy cercana a sus hijos
A pesar de que Carolina Molas no menciona en la entrevista ni a su nuera, ni a sus dos hijos más conocidos, Íñigo y Alejandra Onieva, su hija actriz, si reconoce tener una relación muy estrecha con sus hijos, ya que «soy una madre cercana con la que se llevan muy pocos años».
Una relación estrecha que confirma el actual viaje que la empresaria está realizando junto a su nuera Tamara, su hijo Íñigo y su hija Alejandra a Roma, donde los cuatro están pasando unos días de desconexión, tal y como han reportado Íñigo y Alejandra a través de sus redes sociales.
Unas imágenes compartidas en redes que confirman que la relación entre Carolina Molas y sus hijos es excelente y muy cercana, pero también con su nuera Tamara, con quien no ha dudado en posar en varias instantáneas que su hijo Íñigo ha compartido en Instagram.