No le quepa duda al lector, a la lectora: si alguna vez se preguntan por su identidad, sus raíces, les gustaría hacerlo al modo de Francisco Castañón.
Identidad es el título del volumen que reúne la práctica totalidad de su obra poética, editado por Vitrubio, en la colección “Baños del Carmen”. Un texto que es una permanente mirada al entorno en el que el poeta investiga.
No es difícil adivinar que la preocupación cívica y social, la poesía ciudadana y la naturaleza definen a un poeta de esos en los que un lenguaje trabajado, preciso e iluminador no esconde la música de la poesía.
Uno no sabe si el poeta pierde su identidad en Fuenfría y la recupera en el Sur, o viceversa. En Identidad, la naturaleza presenta dos polos bien diferenciados. La montaña tiene en Fuenfría su espacio. El sitio donde encontramos los poemas quizá más contemplativos, aquellos donde el poeta persigue la belleza que parece encontrar en ese “valle delicioso”
El mar del Sur, permite que el paisaje se revista de una mirada donde el poeta goza de su experiencia vital. Al fin y al cabo, es donde el poeta encuentra una libertad “que se multiplica como un vino generoso».
Circula el poeta por la ciudad, para que engañarse habla de Madrid, donde “fondean soledad, pasión, crímenes y estrellas”. Castañón busca encontrar nuestras voces entre todo ese ruido.
Recomiendo la lectura de esta “Identidad” poética donde no crean que solo encontrarán lirismo. No faltara algo de ironía y humor heredado, quizá, de Quevedo, una de las referencias, junto a Celaya, Ginsberg, Ortega, Jasper, Alvarado. Quizá en las reflexiones sobre el progreso o cuando nos describe los relojes es cuando el poeta nos regala una sonrisa como parte de su identidad, recordándonos, al fín y al cabo,» ese orgánico reloj que somos”
Como en estos tiempos las innovaciones “nos vaticinan de vida una centuria”, asegura el poeta, tienen Ustedes tiempo de no perderse este extraordinario recorrido por la identidad de Francisco Castañón. Dejen al cronista que les recite algunos de los versos favoritos:
Mi patria es una tierra surcada
por voluntades de concordia
en la que no madura la ira
donde no acechan escollos amargos
ni los vientos que sostienen la angustia
Juan B. Berga