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El teatro, el arte que nunca se apaga, celebra su Día Mundial

En un mundo que avanza a golpe de pantallas y velocidad, el teatro sigue siendo ese refugio donde las emociones cobran cuerpo, la palabra tiene peso y el silencio se convierte en protagonista
Día Mundial del Teatro
Día Mundial del Teatro

Este 27 de marzo, como cada año, se celebra el Día Mundial del Teatro, una jornada para rendir homenaje a una de las expresiones artísticas más antiguas y humanas que existen. Desde los escenarios clásicos hasta las salas alternativas, pasando por representaciones en colegios, centros culturales o plazas públicas, el teatro sigue vivo. No siempre con la visibilidad que merece, pero sí con la pasión intacta de quienes lo crean y lo disfrutan.

En España, miles de profesionales —actores, dramaturgos, directores, técnicos, escenógrafos— sostienen a pulmón un sector cultural que ha resistido crisis económicas, recortes y una pandemia. Muchos con contratos precarios, otros con años de formación y pocas oportunidades. Y, sin embargo, todos con una entrega que no entiende de cifras, sino de vocación.

Este año, el mensaje internacional del Día Mundial del Teatro, promovido por el Instituto Internacional del Teatro (ITI), hace un llamamiento a preservar los espacios culturales como lugares de encuentro, reflexión y empatía. “El teatro nos recuerda que somos humanos, que sentimos, que pensamos, que soñamos”.

Las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, celebran esta fecha con funciones especiales, jornadas de puertas abiertas y actividades para acercar el teatro a nuevos públicos. Pero también en localidades pequeñas, se ofrecen funciones gratuitas o talleres escolares para sembrar la semilla de la escena entre los más jóvenes.

En un contexto donde las plataformas de entretenimiento dominan el ocio, el teatro se mantiene firme, como un acto de resistencia emocional y cultural. No necesita efectos especiales, basta una voz, una mirada, un gesto. Porque como decía Shakespeare, “el teatro es un espejo donde contemplamos nuestra propia naturaleza”.

Y hoy, más que nunca, necesitamos mirarnos.