La Brigada Central de Estupefacientes de la UDYCO se ha encargado de la operación, que ha culminado con el arresto de Heredia, jefe del clan de los Pantojas, en un restaurante de una zona de lujo de la costa de Chiclana de la Frontera (Cádiz), fuera de su zona de influencia.
El Pantoja fue mano derecha del marroquí Abdellah El Haj, alias el Messi del hachís por su afición al fútbol y por su habilidad para gestionar la introducción de alijos desde Marruecos al Campo de Gibraltar.
El Messi, uno de los grandes narcos del Campo de Gibraltar, está huido de la Justicia desde marzo del 2019, cuando se fue de España y puso fin al pacto al que había llegado con la fiscalía en noviembre del 2017 para entregarse y ser juzgado.
Jesús Heredia, líder del clan de los Pantoja y vinculado al narcotráfico en la zona del Campo de Gibraltar desde su juventud, hacía labores de vigilancia y logística para el Messi y había ido escalando puestos y ganándose su confianza hasta convertirse en su hombre de confianza.
Abdellah El Haj ha tejido, según fuentes de la lucha contra el narcotráfico, una red de sucesores durante el tiempo que, bien por su ausencia de España en sus huidas de la Justicia o por su pacto con la fiscalía, no podía estar al frente de las redes, según fuentes de la investigación.
Uno de sus sucesores, el Pantoja, escapó hace un mes, el pasado 25 de mayo, a una importante redada contra el clan llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional denominada Caniche/Rubio. En ella se detuvo a 36 integrantes de su clan y se intervinieron 4,3 toneladas de hachís.
Se efectuaron 18 registros en diversas localidades de la comarca, y se incautaron diecinueve vehículos, nueve embarcaciones -tanto semirrígidas como de recreo, pesqueras y motos acuáticas-, material electrónico, de telefonía y náutico, un subfusil, un arma corta y dinero en efectivo.
La investigación que permitió esta operación, en la que no pudo ser detenido el líder del clan, se había iniciado en abril del año pasado, justo un mes después de que el Messi decidiera huir de España, no sin antes hacer pública una carta en la que decía que lo hacía porque la presión policial a la que estaba sometido le resulta «insoportable».
Los agentes comprobaron que el clan de los Pantoja articulaba a varios grupos que, a modo de cooperativa, interactuaban para conformar una potente estructura para introducir alijos de hachís que incluso disponía de embarcaciones en el mar para controlar a las patrulleras policiales.
La organización usaba embarcaciones de recreo y semirrígidas para introducir en España toneladas de hachís que luego enviaban a Europa.
Justo un mes después de aquella redada en la que cayó su clan, el Pantoja ha sido detenido en una zona de lujo de Chiclana de la Frontera, donde estaba con su familia.
En situación de busca y captura y con varias causas judiciales pendientes por presuntos delitos de narcotráfico y organización criminal, el líder del clan de los Pantoja ha sido conducido a la comisaría de San Fernando (Cádiz).
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