Los jamones eran lavados con agua a presión, quemados para que aflorara la grasa y embadurnados con una mezcla de aceite, semillas y carbón vegetal para mejorar su aspecto
Un estudio con participación del IDAEA-CSIC detecta
contaminantes orgánicos derivados de la actividad
humana en aguas interiores y litorales de la Antártida