“Muchas veces, al vagar por la playa preparando mentalmente mi novela, encontré a un pintor joven –solo tenía 5 años más que yo- que laboraba a pleno sol reproduciendo mágicamente sobre sus lienzos el oro de la luz, el color invisible del arte, el azul palpitante del Mediterráneo…»
Las palabras de Vicente Blasco Ibañez -prólogo de la edición de 1923 de la novela Flor de mayo- reciben al público que comienza su visita a la exposición En el mar de Sorolla con Manuel Vicent, con la que la Fundación Bancaja en Valencia finaliza el homenaje que se le ha rendido al pintor valenciano por el centenario de su muerte. La exposición podrá visitarse hasta el 9 de marzo del 2025.
Un inicio literario que abre el paso a una exposición que hermana a dos artistas valencianos, pintor y escritor, que encuentran en el mar y en las costumbres de su tierra un modo de manifestar la esencia de sus vidas en el Mediterráneo.
Esta exposición ofrece una mirada de la obra de Sorolla enriquecida por la visión literaria del escritor Manuel Vicent, quien establece un diálogo entre pintura y literatura.
Los colores y luces de Sorolla, son ocasión de creación literaria para Vicent, que, a través de sus recuerdos, reflexiones y vivencias, ofrece al público una mirada literaria de la obra del pintor, en un recorrido por 109 lienzos, dividido en cuatro secciones.
El subconsciente está lleno de algas
La playa como escenario de vida para niños y jóvenes es lo primero que los visitantes encuentran en el recorrido, junto a los recuerdos y vivencias de la niñez en la playa de Vicent.
“Cuando vi por primera vez un cuadro de Sorolla pintado en el Mediterráneo, yo ya me lo sabía, porque saber solo es recordar. La luz de Sorolla estaba vagando como una idea sintética por las esferas desde que el tiempo fue creado. El pintor no hizo otra cosa que recordarla”. Vicent
Las pinturas de Sorolla más luminosas y alegres con el mar como escenario, ofrecen a Vicent el comienzo de su relato literario con el despertar de recuerdos y emociones de sus primeros años.
“De aquel primer viaje al mar me quedaron en la conciencia dos sensaciones, que la luz del sol también tiene un sonido interior y la pequeña felicidad’ de pasar la lengua por los labios hinchados por la sal”.
Un drama naturalista bajo la luz del Mediterráneo
De las icónicas pinturas de niños representados de forma lúdica el recorrido adentra al espectador en obras las obras de Sorolla donde las escenas de pescadores y pescadoras durante y después de la pesca, reflejan con gran naturalismo las costumbres de los pobladores del mar.
Veraneantes burgueses en el Cabanyal
En contraste con los pescadores y habitantes de los pueblos marineros, encontramos una burguesía que descubre en el Mediterráneo una vía de escape y ocio y a la que Sorolla retrata en modo de plasmar sus ideas sobre la existencia en su arte.
“…Y allí había bailes y cinematógrafo, polisones, sombreros de jipijapa y trajes de baño con rayas de avispa. Así pintó también Sorolla a señoras burguesas de blanco con pamelas, a su mujer Clotilde y a sus hijas bajo las sombrillas.” Vicent
En el mar de Xàbia.
Finalmente, el paisaje de Jávea llena de la luz y color de una naturaleza imponente la última sección de la exposición, con escenas que reflejan la fuerza del paisaje que plasmó en sus cuadros de este enclave costero.
“Los cinco sentidos son las únicas vías del conocimiento… Me fascina que toda la verdad esté en la primera capa de la piel. En este sentido, el mundo estético de Sorolla me ha permitido ver con nitidez el fonde de ese Mediterráneo como mar interior que uno lleva en la memoria.” Vicent
Vicent otorga voz a la obra universal de Sorolla
Desde la entrada a la sala voz de Vicent, inunda la sala expositiva, gracias a la proyección de un audiovisual realizado para el proyecto en el que el escritor va relatando sus vivencias vinculadas a la pintura del valenciano.
Mientras se aprecian las obras de Sorolla -algunas que han salido de su sede en el Museo Sorolla de Madrid como Saliendo del baño (1915), La hora del baño, Valencia (1909), Pescadores valencianos (1903) o Después del baño, Valencia (1909)- Vicent acompaña al espectador con su propio relato sobre la obra del pintor, generando una experiencia sensorial que amplía la apreciación artística.
Las 109 obras reunidas para esta muestra proceden de las colecciones del Museo Sorolla, Fundación Museo Sorolla, Fundación Bancaja, Diputación de Valencia, Colección Hortensia Herrero, así como de colecciones particulares.
Parte de la narración que Manuel Vicent hace de la obra Después del baño, Valencia, 1909 de Joaquín Sorolla
10 años de la Fundación Bancaja
Con esta exposición, la Fundación Bancaja también celebra el décimo de su funcionamiento, en los que han avanzado en su misión de contribuir al progreso de las personas y la sociedad a través del uso social de la cultura.
Laura Campos, responsable de Cultura de la Fundación afirma que la obra de Joaquín Sorolla, siempre ha tenido un papel central para la Fundación y que forma parte importante del patrimonio artístico de la Fundación.
“Esta exposición y las otras con las que hemos querido rendir homenaje al artista en el marco del Año Sorolla ha tenido una gran acogida y es un placer ver siempre una sala llena de personas, tanto valencianos como turistas, que aprecian y disfrutan el arte” asegura Campos.
La responsable de cultura apunta que, además de las exposiciones, la Fundación tiene una intensa agenda con actividades como talleres y conferencias, entre otras mucha, que van dirigidas a una diversidad de públicos, incluidos los niños, con los que se busca fomentar el acceso a la cultura y la educación.