Sebastián convocará en octubre una gran cumbre para potenciar el coche eléctrico
El titular de Industria destacó que este plan debe estar articulado sobre medidas encaminadas a incrementar la demanda, un programa de potenciación de las infraestructuras y para facilitar las ventajas urbanas.
Para ello, pidió la implicación del sector privado, "que debe sumarse al reto". "El objetivo es recabar ideas del sector para desarrollar un plan que debe ser de todos y con el menor coste presupuestario", indicó.
Sebastián defendió la apuesta del Gobierno por el coche eléctrico, "que ahora está en boca de todo el mundo", y subrayó que por él pasa el futuro de la industria del automóvil.
"La expansión de la industria del automóvil sólo será viable si se produce a través del coche eléctrico por las emisiones de efecto invernadero. Ha llegado el momento del coche eléctrico porque se amolda a las necesidades y realidades de España", aseguró.
Así, Sebastián insistió en las ventajas que el coche eléctrico supondrían para impulsar su lucha por reducir las emisiones de CO2, combatir la dependencia energética y como apuesta por las energías renovables.
A este respecto, señaló que el 'Proyecto Movele', con un presupuesto de ocho millones destinado a la concesión de subvenciones a la compra de vehículos eléctricos, supone "el primer paso".
Además, Sebastián destacó el cambio de tendencia experimentado en agosto en lo que respecta a demanda y matriculaciones por el sector del automóvil en España, impulsado por el Plan 2000E, y adelantó que esta tendencia se mantendrá en septiembre.
Continuidad de las ayudas
Respecto a ayudas al sector del automóvil como el 'Plan 2000E' y el 'Plan Vive', el director general de Renault-España, Armando García Otero, pidió al ministro de Industria su continuidad.
"Le pido la continuidad del plan, que sea más claro y totalmente asumido por el Gobierno. Si no se le da continuidad, el mercado podría caer hasta 800.000 unidades, lo que significa una caída del 11%", indicó.
Así, García Otero insistió en que actualmente, con el plan de ayuda en su fase final, existe "cierto desconcierto y puede ser que la parte positiva se vuelva negativa".