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¿Por qué el Papa es el sucesor de Pedro?

La Iglesia Católica fundamenta en la Sagrada Escritura y en la tradición apostólica el papel del Papa como sucesor del apóstol Pedro
La Crucifixión de San Pedro de Miguel Ángel de la Capilla Paulina de Roma fue realizada por el maestro renacentista entre 1545 y 1550.
La Crucifixión de San Pedro de Miguel Ángel de la Capilla Paulina de Roma fue realizada por el maestro renacentista entre 1545 y 1550.

El Papa es considerado por la Iglesia Católica como el sucesor de San Pedro, el primer obispo de Roma y apóstol designado por Jesucristo como cabeza visible de su Iglesia. Esta doctrina tiene su base principal en el Evangelio según San Mateo, capítulo 16, versículo 18, donde Jesús dice a Pedro: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, los obispos son los sucesores de los apóstoles, y el Papa, obispo de Roma, es el sucesor de Pedro, quien recibió de Cristo una misión singular de primacía entre sus 12 apóstoles.

Una tradición sostenida desde los primeros siglos

El Concilio Vaticano I (1869–1870) definió que esta primacía del Romano Pontífice forma parte del "depósito de la fe revelada", estableciendo su autoridad doctrinal y pastoral sobre toda la Iglesia. El Concilio Vaticano II reafirmó esta enseñanza en la constitución Lumen Gentium, indicando que el Papa posee “plena, suprema y universal potestad sobre la Iglesia”.

La Sede de Pedro, símbolo de unidad

El papa Francisco, al igual que sus predecesores, recordó en diversas ocasiones que su ministerio es el de “presidir en la caridad”, uniendo a los fieles católicos de todo el mundo y garantizando la fidelidad a la doctrina y la comunión eclesial.

El apóstol Pedro murió en Roma crucificado. Él no se consideraba digno de morir de la misma manera que su Señor, Jesucristo, y por eso pidió que lo crucificaran con la cabeza hacia abajo. Cuenta la tradición que el lugar exacto de su crucifixión fue muy cerca del circo de Nerón.

Desde entonces, su sucesión ha continuado ininterrumpidamente hasta hoy, convirtiendo al obispo de Roma en la figura que representa la continuidad visible de la Iglesia fundada por Cristo. La Iglesia Católica ha tenido 266 papas desde san Pedro hasta el papa Francisco.