Sor Lucía ayudó a Miguel Ricart cuando malvivía en Barcelona
Sor Lucía Caram, consiguió que Miguel Ricart ingresara en un centro de acogida de Francia, donde no hubo ninguna queja sobre el y tenía buen comportamiento

Cuando Miguel Ricart salió de la prisión Herrera de la Mancha (Ciudad Real) en 2013, no tenía donde ir y acabó vagabundeando por la ciudad de Barcelona.
Miguel Ricart, el único condenado por el caso Alcásser, detenido en un narcopiso de Barcelona
Allí intentó alojarse en algunos hostales pero cuando le identificaban le negaban el acceso.
Los Mossos lo vigilaban de cerca y llegó un momento que temieron por su vida, Josep Lluís Trapero, máxima autoridad en aquellos tiempos del cuerpo autonómico, necesitó pedir ayuda a alguien y se le ocurrió hacerlo a la hermana dominica sor Lucía Caram.
Sor Lucía se prestó a ayudar a Miguel Ricart
"Me pidió ayuda porque estaba malviviendo en las calles de Barcelona y estaba en peligro ya que muchas personas habían prometido matarlo", relata la religiosa.
Creyeron que la mejor manera de protegerlo era mandándole a Francia a un centro de acogida cuyo ingreso se encargó ella misma de gestionar; Lucía añade que "en el centro no hubo ningún tipo de queja sobre él, el comportamiento fue estupendo.
Después vino otra vez a España, instalándose en Madrid donde tampoco tuvo ningún problema, momento en el que se le vería por el barrio de Carabanchel.
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De nuevo en Cataluña
Sin saber como, Miguel Ricart volvió a Barcelona donde empezó a jugar con las drogas llegando a delinquir para sobrevivir y donde ha sido detenido esta semana en un narcopiso que gestionaba junto a una persona de Uruguay, pasando ambos a disposición judicial.