El «elogio del mercado negro» es un tema complejo que toca diversas dimensiones económicas, sociales y éticas. El dinero lo debe de tener el ciudadano en su bolsillo, y solo a través de impuestos El Estado “Con menos Estado viviríamos mejor” si no, es cuando crece el mercado negro.
Aspectos Positivos
- Acceso a bienes y servicios: En algunas circunstancias, el mercado negro puede proporcionar acceso a bienes y servicios que no están disponibles o son extremadamente difíciles de conseguir en el mercado formal. Esto puede ser particularmente relevante en países con restricciones económicas severas o controles de precios y comercio.
- Flexibilidad económica: El mercado negro a menudo opera sin las regulaciones gubernamentales que pueden ser percibidas como restrictivas o ineficientes. Esto puede permitir una mayor flexibilidad y rapidez en las transacciones.
- Resistencia ante la opresión: En regímenes autoritarios o en economías fuertemente controladas, el mercado negro puede representar una forma de resistencia y autonomía económica para los ciudadanos, permitiéndoles mantener un grado de independencia del control estatal.
Aspectos Negativos
- Ilegalidad y falta de protección: El mercado negro opera fuera de la ley, lo que significa que no hay protección legal para los participantes. Esto puede llevar a situaciones de explotación, fraude y violencia, sin recursos legales disponibles para las víctimas.
- Evasión fiscal: Las transacciones en el mercado negro no están sujetas a impuestos, lo que reduce los ingresos del Estado. Esto puede tener consecuencias negativas en la provisión de servicios públicos esenciales, como salud, educación y seguridad.
- Impacto en la economía formal: La proliferación del mercado negro puede socavar la economía formal, desviando recursos y actividades económicas hacia un ámbito no regulado. Esto puede desincentivar la inversión y el desarrollo económico a largo plazo.
- Ética y moral: Participar en el mercado negro puede plantear dilemas éticos y morales, especialmente cuando se trata de productos peligrosos o ilegales, como drogas, armas o tráfico de personas.
Si bien el mercado negro puede ofrecer soluciones temporales en situaciones extremas y permitir cierta autonomía económica, sus efectos negativos y riesgos asociados no deben ser subestimados. En una sociedad ideal, sería preferible que los mercados formales pudieran satisfacer las necesidades de los ciudadanos de manera eficiente y justa, reduciendo así la necesidad de recurrir a mercados ilegales.
Promover una economía saludable y regulada, donde el dinero y los recursos estén distribuidos de manera equitativa y eficiente, es esencial para el bienestar general. Es importante trabajar hacia un sistema donde la transparencia, la legalidad y la justicia económica prevalezcan, minimizando las razones por las que los individuos puedan sentirse obligados a recurrir al mercado negro.
Libertad económica, eso es lo que es el llamado mercado negro, lo que en tiempos de postguerra se llamó “estraperlo” que etimológicamente viene de una ruleta trucada montada por Strauss y Perlo, durante la II República, con la connivencia de los políticos, especialmente de Alejandro Lerroux del Partido Radical. El estraperlo era una máquina de juego (ruleta) inventada en 1934 por esos dos sujetos. El juego fue prohibido por la policía tras demostrarse que era fraudulento (pues la rueda se controlaba mediante un botón, y por lo tanto la banca ganaba siempre que lo deseaba), lo que no impidió que funcionara además de en San Sebastián, en el Hotel Formentor (Mallorca), donde luego también fue clausurado. El Partido Radical, el más poderoso de la época, se fue al traste y tal vez la consecuencia de ello fue el triunfo conseguido en 1936 por el Frente Popular, que supuso el abatimiento de la catástrofe sobre España. El 28 de octubre de 1935 Las Cortes votaron la culpabilidad de los acusados, todos ellos destacados miembros del Partido Radical. Alejandro Lerroux abandonó el gobierno. Este caso de corrupción, junto con el que estalló poco después (el denominado escándalo Nombela), supuso el derrumbe del Partido Radical. Se pagó la corrupción, no como ahora, con un Ley de Amnistía, espero que no ocurra lo que entonces que, tras celebrarse elecciones generales en febrero de 1936, éstas fueron ganadas por el Frente Popular.
Lo que es menos conocido, es que el estraperlo en la posguerra salvo a muchas personas de morir de hambre. Según Gabriel Monserrate: Durante los primeros años de la invasión franquista fue muy difícil conseguir un poco de comida. En las tiendas de comestibles y en los hornos de pan, donde siempre acostumbrábamos a comprar, no despachaban nada. Los escaparates vacíos. Sólo un poco de movimiento cada primero de mes. El racionamiento consistía en que a cada habitante le dieron la “Libreta de racionamiento”. Con varios sellos que ponían: “Vale pan”; “Vale arroz, azúcar, aceite, patatas”; y otro que sello que ponía “Varios”. Este último, era por si daban alguna cosa durante ese mes que no estuviera programada, como carne, judías o bacalao. El pan sí que lo daban diariamente, pero era un panecillo tan pequeño que no te llegaba ni para el desayuno. Al principio, este panecillo era de harina de trigo, pero cuando llegaron unos meses en que se acabó la harina de trigo, empezaron a emplear harina de maíz(boronas). Era malísimo, pero como no teníamos otra cosa, nos lo comíamos. Pero en estos establecimientos te vendían de estraperlo, aceite, harina, azúcar de lo que yo fui testigo, que se pagaban aparte formando un extenso mercado negro, libre de racionamiento que nos salvó la vida a muchos españoles.
La Economía Sumergida en España, también conocida como mercado negro o economía informal, representa un fenómeno significativo en España. Este sector, que engloba tanto actividades económicas ocultas por razones de elusión fiscal como aquellas de naturaleza ilegal, constituye aproximadamente el 30% de la economía española. Este dato es alarmante y destaca la magnitud del problema que enfrenta el país.
La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto devastador en la economía mundial, y España no fue la excepción. Sin embargo, en 2023, la economía española mostró una notable recuperación, con un crecimiento del PIB de más del 8,5% en comparación con el año anterior. Este crecimiento llevó el PIB de España a alcanzar los 1,46 billones de euros, posicionando al país entre las 20 economías más importantes del mundo. A pesar de este crecimiento, la economía sumergida sigue siendo una sombra que amenaza con oscurecer estos avances.
La economía sumergida en España se divide en dos categorías principales: las actividades económicas ocultas por elusión fiscal y control administrativo, y las actividades económicas ilegales.
Actividades Económicas Ocultas: Estas incluyen el trabajo doméstico no declarado, la venta ambulante espontánea y la infravaloración del precio escriturado en compraventas inmobiliarias. Estas actividades, aunque no siempre ilegales, evaden la supervisión fiscal y administrativa, privando al estado de ingresos cruciales.
Actividades Económicas Ilegales: Este subgrupo incluye actividades como la facturación falsa, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la prostitución y el blanqueo de capitales. A diferencia de las actividades económicas ocultas, estas prácticas son ilegales y moralmente reprobables, contribuyendo a la criminalidad y a la corrupción en la sociedad.
La prevalencia de la economía sumergida tiene múltiples repercusiones negativas. En primer lugar, supone una pérdida significativa de ingresos fiscales para el Estado. Estos ingresos son esenciales para financiar servicios públicos como la sanidad, la educación y las infraestructuras. En segundo lugar, la economía sumergida crea una competencia desleal en el mercado, ya que las empresas y trabajadores que operan en la legalidad se ven perjudicados frente a aquellos que evaden impuestos y regulaciones. Además, esta situación perpetúa la inseguridad laboral y la falta de protección social para los trabajadores no declarados.
Combatir la economía sumergida requiere una estrategia integral y multifacética. Algunas medidas posibles incluyen:
Fortalecimiento de la Inspección y Supervisión Fiscal: Aumentar los recursos y la capacidad de las autoridades fiscales para detectar y sancionar actividades económicas ocultas e ilegales.
Incentivos para la Formalización: Crear incentivos para que las empresas y trabajadores informales regularicen su situación, ofreciendo beneficios como reducciones fiscales temporales o acceso a créditos y subvenciones.
Educación y Concienciación: Fomentar una cultura de legalidad y responsabilidad fiscal a través de campañas educativas que sensibilicen a la población sobre las consecuencias negativas de la economía sumergida.
Colaboración Internacional: Cooperar con otros países y organizaciones internacionales para combatir el crimen organizado y el blanqueo de capitales que suelen tener una dimensión transnacional.
La economía sumergida es un reto importante para España, con implicaciones profundas para la justicia fiscal, la competitividad del mercado y la estabilidad social. A pesar de la recuperación económica post-pandemia, es crucial abordar este problema con determinación y creatividad. Solo así podrá España maximizar su potencial económico y garantizar un crecimiento sostenible y equitativo para todos sus ciudadanos.
Hoy el mercado negro, o economía informal o libre diría yo, supone un 30% si no más de la economía española que tras el impacto negativo de la pandemia de COVID-19 experimentado en 2020, el PIB de España creció en 2023 más un de 8,5% con respecto al año previo. Concretamente, ascendió a 1,46 billones de euros, situándose así entre las 20 economías más importante del mundo.28 junio, es decir unos 500.000 millones de euros. Se denomina así a la actividad económica oculta, solo por razones de elusión fiscal o de control meramente administrativo (por ejemplo, el trabajo doméstico no declarado, la venta ambulante espontánea o la infravaloración del precio escriturado en una compraventa inmobiliaria). Forma parte de la economía sumergida, junto con las actividades económicas ilegales (por ejemplo, la facturación falsa o falseada, el tráfico de drogas, el tráfico de armas, la prostitución, el blanqueo de capitales). Estas últimas actividades no dignas de elogio y si de reprobación, La economía sumergida resulta incluida parcialmente en la estimación del Producto Interior Bruto (PIB) como consecuencia del ajuste de los métodos complementarios empleados para calcularlo. Y no es cierto que no pague impuestos pues aunque si lo hace en origen, más tarde al usar el dinero paga impuestos indirectos. La economía sumergida causa inicialmente, un daño patrimonial a los ingresos del Estado, pero hay que preguntarse si la presión fiscal de cerca de un 60 % en España (31.4% según Eurostat), aunque todos sabemos que trabajamos más de medio año para pagar impuestos, es justa y es la causa del mayor derroche de nuestra historia. «Pagar en B» y es lo que está salvando la vida de numerosos autónomos que pagarían, si hubiera un IVA reducido de menos del 5% para actividades menores.
. Dentro de los ingresos que el Estado y otras Administraciones Públicas obtienen para financiar las necesidades públicas, destacan los tributos directos, de los que solo serían aceptables los que producen beneficio (valor añadido), y en el momento de la transacción, no en teoría como sucedía con el IBI. Para mí son aceptables: el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Impuesto sobre la Renta de no Residentes. Impuesto sobre Sociedades. Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. Pero no el Impuesto sobre el Patrimonio que es expropiatorio.
Respecto a los indirectos: Impuesto sobre el Valor Añadido. Totalmente inaceptable, malévolo invento de Giscard D´Estaing (TVA) que transformo en socio de las empresas al Estado, sin poner un duro del capital, obligando a aumentar el precio de los productos hoy un 21% y con un coste de recaudación y pago anticipado por el momento a cargo del empresario o de los sucesivos escalones de la cadena de producción y venta. Nada que decir sobre el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Renta de aduanas. Impuestos especiales. (depende)
Además de los anteriores, hay impuestos locales, de Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales o Autonomías. Ahí sí que tengo mucho que decir, en lo que me concierne. El IBI que pago en Madrid, proviene de una valoración catastral, que impugné, sin éxito y que es superior al valor de venta de mi casa, en el mercado actual, por ejemplo. El Ayuntamiento de Javea (Alicante) donde tengo una casa de vacaciones consideró que estaban mal las valoraciones catastrales, nos hizo hacer un recurso para ver si nos devolvían el dinero ya pagado, nos remandó sobre la dirección del catastro de Alicante (Hacienda) quien dijo que no se hacía cargo, y que, si no, hiciéramos un recurso económico administrativo con abogados que iban a costar más que lo reclamado. Además, ha pasado al cobro el IBI 2023 el 6 de Agosto, cuando no se tiene que pagar hasta Octubre, naturalmente les he devolví el recibo, que pague antes del 21 de octubre. Antes en el IBI estaban las basuras que se recogían a domicilio, sin avisar, pusieron el Impuesto y como no lo pagué pues lo desconocía embargaron mi casa, y el colmo es que tengo que llevar la basura, todos los días a un contenedor situado a 500 m.
Pero, lo que es el colmo de los colmos. Tenía un barquito, en el club Náutico de Javea, que paga por la concesión del espejo de agua, unas tasas a la Generalitat Valenciana. Hace unos años, esta se inventó una tasa adicional, la G5 unos 700€ al año, lo que era una doble imposición, que encima le factura con IVA al Club, que nos refactura con otro IVA añadido, lo que es totalmente ilegal, pues las tasas o impuestos no deben pagar IVA. Para cerrar el año, se le ocurre al Puerto de Alicante, distante más de 100 Km de Javea de cobrarnos una nueva tasa, por ¿ayudas a la navegación?, de más de 300€ anuales. Esto, en conjunto, es lo que se llama el abuso del Estado Leviatán. Ahora estoy jubilado, y por ser ahorrador, tengo algunas propiedades, pues bien, mis ingresos no me llegan para pagar mis impuestos. Si esto es justicia fiscal que venga Dios y lo vea. Además mi pensión, paga un impuesto del 21% de IRPF(Impuesto de rendimiento del trabajo personal) Pero ¡Si no trabajo!. Cuanto más presionen, mas aumentará el mercado libre, es decir el negro no criminal, que se atiene escrupulosamente a las leyes del mercado, de oferta y demanda. Elogio pues de la Locura, y no precisamente de la de Erasmo. ¡Sálvese el que pueda de este Estado devorador!, de un Pedro Sánchez que gasta por encima de nuestras disponibilidades y que no duda en endeudarse. Como si no hubiera que devolverlo nunca. Si la comparamos con la de mayo de 2023, vemos que, en el último año, la deuda ha crecido 832 € por habitante. La deuda pública en España ha crecido en el primer trimestre de 2024 en 39.289 millones de euros y se sitúa en 1.613.043 millones.
¡Sálvese el que pueda de este Estado devorador!, de un Pedro Sánchez que gasta por encima de nuestras disponibilidades y que no duda en endeudarse. Como si no hubiera que devolverlo nunca. Si la comparamos con la de mayo de 2023, vemos que, en el último año, la deuda ha crecido 832 € por habitante. La deuda pública en España ha crecido en el primer trimestre de 2024 en 39.289 millones de euros y se sitúa en 1.613.043 millones. El Creciente Devorador Estado de Pedro Sánchez y la Escalada de la Deuda Pública en España. En la compleja encrucijada en la que se encuentra España, el aumento constante de la deuda pública se convierte en un tema de preocupación urgente. El panorama financiero muestra signos alarmantes, con un incremento significativo de la deuda que amenaza la estabilidad económica del país. Bajo el liderazgo de Pedro Sánchez, la gestión económica ha sido objeto de severas críticas, especialmente por su tendencia a gastar más allá de las disponibilidades y su aparente despreocupación por el endeudamiento creciente.
Una Deuda en Constante Ascenso. Comparando las cifras de mayo de 2023 con las actuales, se revela una realidad contundente: la deuda pública ha aumentado en 832 euros por habitante en el último año. Este dato, lejos de ser una simple estadística, refleja una carga financiera que afecta directamente a cada ciudadano español. En el primer trimestre de 2024, la deuda pública ha experimentado un incremento de 39.289 millones de euros, situándose en un total de 1.613.043 millones de euros.
Este crecimiento desenfrenado de la deuda plantea serias interrogantes sobre la sostenibilidad de las políticas económicas implementadas por el gobierno. La acumulación de deuda no es una mera cuestión de números; se traduce en una pesada carga para las futuras generaciones, quienes tendrán que enfrentar las consecuencias de un endeudamiento que, por el momento, parece no tener freno.
La Gestión Económica de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez ha sido criticado por su enfoque en la gestión de los recursos públicos, acusado de gastar por encima de las posibilidades económicas del país. La estrategia de Sánchez, que a menudo implica recurrir a mayores niveles de endeudamiento, ha sido vista por muchos como una forma de posponer los problemas financieros en lugar de abordarlos de manera directa y responsable.
Los críticos argumentan que esta postura es insostenible a largo plazo. La deuda, aunque pueda ser una herramienta útil en ciertos contextos económicos, no puede ser la solución constante a los problemas financieros. El endeudamiento continuo sin un plan claro de recuperación y pago solo agrava la situación, colocando a España en una posición vulnerable frente a posibles crisis económicas futuras.
Las Consecuencias de la Deuda: El aumento de la deuda pública tiene varias implicaciones. En primer lugar, limita la capacidad del gobierno para responder a futuras crisis económicas, ya que gran parte de los recursos estarán destinados al servicio de la deuda. En segundo lugar, incrementa la presión sobre los presupuestos futuros, lo que puede traducirse en recortes en servicios públicos esenciales o aumentos de impuestos.
Además, la creciente deuda pública puede afectar la confianza de los inversores y las agencias de calificación crediticia, lo que podría resultar en un aumento de los costos de financiamiento. En un escenario donde los intereses de la deuda absorban una parte significativa del presupuesto, las inversiones en infraestructuras, educación y salud pueden verse comprometidas, afectando el desarrollo a largo plazo del país.
La situación económica de España bajo el mandato de Pedro Sánchez presenta desafíos significativos. El incremento alarmante de la deuda pública es un síntoma de una gestión económica que muchos consideran imprudente. Es imperativo que se adopten medidas para controlar el gasto y diseñar estrategias de reducción de deuda que no comprometan el bienestar de los ciudadanos ni el futuro económico del país. Enfrentar la realidad de la deuda con seriedad y responsabilidad es el primer paso hacia una recuperación sostenible y una economía más fuerte para todos los españoles.