La Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura propone enviar 20 hm3 de agua a las Tablas de Daimiel
La decisión, que deberá ser aprobada por el Consejo de Ministros, se ha tomado considerando que la disponibilidad de agua en la cabecera del Tajo lo permite, ya que actualmente los embalses de Entrepeñas y Buendía disponen de 374 hectómetros cúbicos y la Ley de Explotación permite trasvasar a partir de 240 hectómetros cúbicos, ha informado el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Marino.
El desembalse para las Tablas de Daimiel deberá estar condicionado a conseguir que el aporte hídrico al Parque "sea lo más efectivo posible", por lo que se realizará "en el momento que mejor pueda garantizarse la efectividad de llegada del agua". Además, el trasvase se llevará a cabo después de la humectación que producirán los bombeos de agua que están previstos.
En cualquier caso, el volumen de agua -que no podrá superar los 20 hm3- estará condicionado por las circunstancias de humidificación que haya en el momento que se haga el trasvase.
Para poder conseguir la máxima efectividad del trasvase al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, se construirá una obra de emergencia que permita utilizar de forma provisional la parte de tubería de abastecimiento a La Llanura Manchega y el cauce del río Gigüela en su tramo húmedo, que es habitual para la circulación de desembalses al Parque.
Decisión "inaudita"
El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura ve "inaudito" que la Comisión Central de Explotación del acueducto haya aprobado 20 hectómetros cúbicos de agua para las Tablas después de rechazar ese mismo volumen para los regadíos.
El presidente, José Manuel Claver, ha señalado que los regantes no están en contra de que se envíe agua a Daimiel, sino que rechazan que se empleen argumentos políticos y no técnicos en la citada comisión, y que después de negarles el agua para no perjudicar a la cabecera, se plantee un envío a las Tablas sin tener en cuenta ese perjuicio.
"El colmo de la incoherencia es que acto seguido se plantea un trasvase extra para Daimiel, y donde había que ser prudentes, ahora se permite ser imprudentes y se aprueban 20 hectómetros, que se ejecutarán una vez que esté en condiciones para que no se pierda el agua una conducción que finalizará en enero", agregó.
"Se trata de un sesgo evidentemente político que no se nos escapa a nadie y que responde a lo que Barreda, como no se le aprueba el estatuto, lloriquea al Gobierno, que al final como consolación le otorga estos acuerdos.