Europa teme ser "inundada" por productos chinos

A falta de datos oficiales de 2024, el Barómetro de comercio exterior de 2023, elaborado por la Federación de Fabricantes Españoles de Ferretería y Bricolaje (COFEARFE), puso de relieve que las empresas españolas importaron productos de ferretería y bricolaje de China por valor de 635 millones de euros. Los artículos llegados del país asiático supusieron en 2023 el 24,77 % del total de las importaciones del sector.
La cifra es alta, pero es menor que en años anteriores. De hecho, los datos de 2023 reflejan una caída del 27,15 % de las importaciones de productos de ferretería y bricolaje procedentes de China con respecto al año anterior.
A pesar de que China continúa siendo el principal proveedor de España en este sector, de un tiempo a esta parte las empresas españolas están adoptando una política de diversificación de sus fuentes de suministro, para no depender de un único país proveedor.
Lo que ocurre en el sector de la ferretería y el bricolaje se repite en otros sectores en toda Europa y, precisamente por ello, a la Unión Europea le preocupa poder convertirse en el destino de los millones de productos (herramientas, coches eléctricos, ropa, etc.) que ahora China no va a poder poner en el mercado estadounidense por los altos aranceles que se aplican.
Negociaciones entre la UE y China
Valdis Dombrovskis, comisario europeo de Economía, ha solicitado a China que "no inunde" el mercado europeo con esos productos que ya no va llevar al mercado estadounidense.
"Mi mensaje a los homólogos chinos es que es importante que China muestre cierta moderación y no comience a inundar a otros mercados con esos productos que pueden crear potenciales contramedidas y generar un efecto dominó", señaló.
El comisario también ha destacado que para la Unión Europea es esencial preservar las reglas basadas en el sistema de comercio multilaleral, que es lo que mejor funciona para todos. A la vez que ha confirmado que China ha mostrado comprensión ante esta preocupación.
El temor de Europa
China se ha convertido en una potencia económica a base de sus exportaciones. El país asiático vende al exterior desde materias primas hasta productos ya terminados.
Su siempre controvertida legislación laboral, y las ayudas estatales para empresas, permiten a los fabricantes chinos poner sus productos en los mercados internacionales a precios muy bajos. Como resultado, los productores locales apenas pueden competir con ellos.
Europa ya sabe lo que implica dar acceso libre a productos chinos a bajo coste. De hecho, la industria europea de fabricación de paneles solares está prácticamente desaparecida porque sus productos son hasta un 50 % más caros que los chinos, y esto les resta competitividad en el mercado.
La Comisión Europea no quiere que algo así vuelva a suceder y está tomando medidas para que los productos chinos lleguen a Europa con moderación y con precios que no pongan en riesgo a los fabricantes locales.
En la actualidad, la Comisión Europea está negociando con China para establecer un precio mínimo de venta en territorio europeo de los vehículos eléctricos chinos. Esto permitiría dejar sin efecto los aranceles impuestos por Bruselas hace unos meses. Aunque el conflicto está en vías de solucionarse, China ha conseguido que la Organización Mundial del Comercio (OMC) abra un panel para analizar si estos aranceles son conformes a las normas de comercio internacional.
Tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a gran parte de los países que venden sus productos en su territorio, tanto el bloque europeo como China han tenido que cambiar su estrategia comercial y están trabajando para dejar de lado los conflictos y reforzar sus lazos.
La UE negocia con EEUU
La UE está negociando con China, pero también con Estados Unidos. Los aranceles anunciados por Trump (del 20 % en el caso europeo) están suspendidos temporalmente, y Bruselas quiere llegar a un acuerdo antes de que acabe el plazo de suspensión.
"Desde la UE, sin duda, nos interesa alcanzar una cuerdo que nos permita evitar esos aranceles. Este fue mi mensaje para el secretario del Tesoro, Scott Bessent, durante nuestra reunión. Pero aún queda mucho trabajo por delante", declaró Valdis Dombrovskis en la rueda de prensa que concedió en Washington hace unos días con motivo de su participación en las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI).