El precio de los contenedores baja un 2 %: leve respiro para la cadena de suministro global

El transporte marítimo global experimenta una leve corrección en los precios. Según el último informe de Drewry, firma británica especializada en análisis y consultoría del comercio marítimo internacional, el World Container Index (WCI) ha bajado un 2 % esta semana, situándose en 2.157 dólares, lo que equivale a aproximadamente 2.030 euros por contenedor estándar de 40 pies. Esta cifra representa una moderación frente a los máximos históricos, pero refleja que los costes logísticos siguen elevados para fabricantes y distribuidores.
Drewry informa de que el índice actual es un 79 % inferior al pico registrado en septiembre de 2021, cuando el precio medio alcanzó los 10.377 dólares (unos 9.755 euros) durante el colapso logístico global por la pandemia.
No obstante, sigue siendo un 52 % más alto que el promedio prepandemia de 1.420 dólares, es decir, unos 1.335 euros en 2019. Esto subraya que el transporte marítimo aún supone un factor de presión sobre la cadena de suministro y puede afectar al precio final de numerosos productos.
Precios de los contenedores por rutas marítimas
Por rutas, las caídas más destacadas fueron:
Shanghái–Nueva York: bajó un 3 % o 95 dólares, hasta los 3.611 dólares (3.394 euros).
Shanghái–Los Ángeles: cayó un 2 %, hasta los 2.617 dólares (2.460 euros).
Róterdam–Shanghái: también bajó un 2 %, situándose en 481 dólares (452 euros).
Shanghái–Róterdam: disminuyó un 1 %, hasta 2.312 dólares (2.174 euros).
Róterdam–Nueva York: bajó un 1 %, hasta 2.109 dólares (1.983 euros).
Por otro lado, las tarifas de Shanghái a Génova y de Los Ángeles a Shanghái se mantuvieron estables, mientras que de Nueva York a Róterdam se registró un leve aumento del 1 % (8 dólares), alcanzando los 825 dólares (776 euros).

Aunque esta ligera bajada supone un alivio parcial para importadores y operadores logísticos, los costes de transporte marítimo siguen representando un desafío estructural para la cadena de suministro global. El hecho de que los niveles se mantengan muy por encima de los valores prepandemia podría seguir trasladándose, de forma indirecta, al precio final de muchos productos de consumo.