Algo más del 70% de los contadores de gas natural que están en funcionamiento en España han superado o están a punto de superar su vida útil, que se estima en 20 años. Lo que implica que van a tener que ser sustituidos próximamente.
En febrero de 2020 se dictó la Orden ICT/155/2020 sobre el control metrológico del Estado de determinados instrumentos de medida. En base a la misma, el calendario de sustitución para los contadores de gas más antiguos se extendía hasta finales de 2028. Un 30% deberían cambiarse antes de la finalización de 2023, el 60% antes del fin de 2025, y el 100% deberían estar renovados antes de que acabe 2028. Pero el calendario ha sido modificado y ampliado hasta 2033.
El despliegue de los contadores inteligentes
En 2018 España había renovado el 99% de los contadores de la luz para sustituirlos por una versión más “inteligente”, poniéndose así a la cabeza de Europa, y cumpliendo antes de tiempo con el cambio de contadores que imponía una Directiva europea y que debía llevarse a cabo como muy tarde en 2020.
Con los contadores de gas, el paso a los modelos digitales está resultando algo más complejo, lo que ha dado lugar a la necesidad de ampliar los plazos de actuación previstos. Esto no es ninguna novedad, porque ya en 2019 la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) destacaba la necesidad de ampliar de cinco a ocho años el plazo para poder hacer la sustitución de contadores. Un plazo que ahora se ha constatado que sigue siendo insuficiente.
La modificación de la Orden ICT/155/2020 amplía a un total de 13 años el plazo para renovar el parque de contadores de gas. La fecha límite es ahora el 31 de diciembre de 2033.
Según el calendario, un 15% del total del parque de contadores deberá sustituirse antes de finales de 2026. El 45% deberá estar renovado a finales de 2029, y el 100% debería alcanzarse antes de que finalice 2033.
El informe de la CNMC
5,73 millones de contadores de gas (casi el 100% son de carácter doméstico) tendrán que ser sustituidos en los próximos años por haber agotado su vida útil. Pero todavía es necesario que el Ministerio para la Transición Ecológica establezca a través de una orden ministerial el plan de desarrollo de implantación y las especificaciones mínimas que deben cumplir los nuevos contadores.
Por el momento, la CNMC ha elaborado un informe que plantea dos escenarios. Por un lado, el análisis coste-beneficio es positivo si solo se reemplazan por contadores digitales aquellos que ya hayan sobrepasado su vida útil. En cambio, el resultado coste-beneficio es negativo si se opta por reemplazar todos los contadores de gas del parque, aunque no hayan cumplido los 20 años.
Además, desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia destacan que es necesario formar a los consumidores para que estos sean capaces de utilizar en su beneficio los datos que aportarán los contadores de gas inteligentes, y que puedan adoptar medidas de ahorro.
El coste para los consumidores
Serán los distribuidores de gas los que fijen su plan de implantación de los contadores inteligentes en sus redes de distribución. Pero en ningún caso esto puede suponer un encarecimiento del coste del servicio a repercutir a los consumidores.
La doctrina del Tribunal Supremo determina que no se puede imputar al consumidor o usuario el coste de cambiar el contador de gas en ningún caso. Ni tan siquiera en aquellos en los que haya evidencia de que el dispositivo ha sido manipulado. Por lo que el paso de los contadores tradicionales a los digitales no tendrá coste para los consumidores.
Donde sí se producirán cambios será en el coste de alquiler de los equipos de medición. La CNMC ha fijado un coste anual por el alquiler del contador digital de gas para consumidores conectados a redes de menos de cuatro bares y con un consumo igual o inferior a los 50.000 kWh al año, de 13,22 euros al año. Lo que supone el pago de 1,10 euros al mes.
Este precio podrá ser revisado más adelante, cuando se apruebe la orden ministerial para el desarrollo del plan de implantación de los contadores inteligentes de gas natural.