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Los aranceles no frenan el crecimiento de China: su PIB sigue creciendo

La economía china ha empezado el año con fuerza. A pesar de las turbulencias en el comercio internacional, su PIB creció un 5,4 % en el primer trimestre.
Foto: Pixabay
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La recuperación económica de China tras la pandemia ha sido más lenta de lo esperado. Sin embargo, en los dos últimos años ha logrado crecer por encima del 5 %, y la previsión del Gobierno para este año es seguir esa senda.

Por el momento, el primer trimestre de 2025 ha comenzado con un crecimiento del 5,4 % en comparación interanual. Cifra que está por encima de las proyecciones de los analistas, que apuntaban a un 5,1 %.

Una recuperación paulatina

En 2020, con la pandemia de COVID-19, el PIB de China apenas creció un 2,2 %, su nivel más bajo en cuatro décadas.

El país asiático apostó por hacer una reapertura mucho más controlada que la aplicada en otras zonas del mundo, lo que afectó al ritmo de crecimiento de su economía. En 2022, como consecuencia del mantenimiento de algunas medidas de protección frente a la pandemia, y también debido a una importante crisis inmobiliaria interna, el crecimiento de su PIB se situó en el 3 %.

En 2023 y 2024 ese crecimiento se estabilizó en torno al 5 %, cumpliendo con el objetivo previsto por el Gobierno.

El Producto Interior Bruto de China alcanzó el pasado año los 134,9 billones de yuanes, lo que equivale a 17,9 billones de euros.

“En términos generales, la economía nacional en 2024 fue estable con un progreso constante, el desarrollo de alta calidad avanzó de manera constante y se dieron nuevos pasos sólidos en la construcción de la modernización china”, destacó la oficina estadística china al presentar los datos.

A pesar de ello, los funcionarios advirtieron de posibles efectos adversos provocados por lo que estaba sucediendo en el entorno, con medidas como la imposición de aranceles en gran parte del mundo a sus vehículos eléctricos.

Un crecimiento sostenido en un entorno desafiante

China está empezando a afrontar dificultades para vender sus productos a nivel internacional, porque su política de precios bajos está colisionando de frente con el interés de otros países en proteger sus mercados internos.

A pesar de ello, el país asiático ha cerrado un buen primer trimestre. Gracias, en gran medida, al repunte del consumo interno en sectores estratégicos como los de los bienes duraderos, la automoción eléctrica y la tecnología de consumo.

Las exportaciones también han tenido un papel importante en el crecimiento del PIB. China logró mantener un alto superávit comercial, especialmente en lo que se refiere a productos tecnológicos, maquinaria pesada y vehículos eléctricos.

El papel del Estado

El Gobierno ha tenido un peso notable en el crecimiento de la economía china en el comienzo de año. Desde Pekín se han desplegado en los últimos meses una batería de políticas orientadas a dinamizar la actividad económica.

Destacan la reducción de impuestos a pequeñas y medianas empresas; más facilidades para acceder al crédito en sectores estratégicos y una política monetaria más laxa.

También se ha promovido un entorno de mayor confianza para la inversión extranjera, suavizando ciertas normas y ofreciendo incentivos fiscales a las empresas que establezcan sus centros de innovación en territorio chino.

En paralelo, se ha seguido avanzando en el plan "China 2035", que quiere convertir al país es un líder mundial en materia de inteligencia artificial, semiconductores, robótica y energías verdes.

La amenaza de los aranceles

Aunque el PIB crece, los analistas destacan que los aranceles impuestos por Estados Unidos van a afectar a las previsiones de crecimiento que tenía China para este año.

Con el fin de proteger la industria nacional y reducir la dependencia de productos tecnológicos chinos, Trump ha impuesto aranceles de hasta el 145 % a sectores clave como el de las baterías de litio o los paneles solares.

Pekín, por su parte, respondió con la misma moneda, elevando los aranceles para los productos estadounidenses hasta el 125 %.

China ha señalado en más de una ocasión que no desea entrar en una guerra comercial, porque es un conflicto en el que nadie puede ganar. Por el momento, no se plantea volver a subir los aranceles a Estados Unidos aunque este sí se los suba a ella.

Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), las proyecciones para el crecimiento de la economía china en este 2025 se sitúan en torno al 4 % - 4,2 %, lejos del objetivo oficial del Gobierno, que es del 5 %.

En respuesta, China está acelerando su estrategia "dual circulation", que busca equilibrar el crecimiento interno con las exportaciones, fomentando una economía más autosuficiente.