El de liderazgo femenino es un término relativamente reciente y que, prácticamente, está en construcción. Porque la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad es todavía la excepción que rompe la regla general.
A pesar de ello, las mujeres que han logrado superar ese techo de cristal están demostrando que pueden desempeñar todo tipo de puestos directivos con la misma eficacia que lo haría un hombre. Además de aportar su experiencia y sus habilidades duras y blandas, las directivas tienen una serie de características personales que las benefician para el liderazgo y que pueden conseguir que los equipos de trabajo logren sus metas de una manera más eficiente.
¿Qué es el liderazgo femenino?
Con este concepto se hace referencia a la capacidad que tiene la mujer para motivar y guiar a un conjunto de personas hacia la consecución de una meta común.
Las circunstancias de evolución antropológica y social de los hombres y las mujeres no han sido las mismas, y esto ha provocado que tengan habilidades y capacidades diferentes. En el caso del género femenino, su liderazgo se suele asociar con un enfoque hacia la colaboración, una buena comunicación, e inclusión.
Por regla general, las mujeres son más empáticas, y la empatía da lugar a equipos de trabajo mucho más cohesionados, que lo tienen más fácil a la hora de lograr sus objetivos.
La igualdad de oportunidades en el ámbito laboral entre hombres y mujeres permite que, hoy por hoy, haya muchas más líderes femeninas de las que había a principios de este siglo. Esto ha demostrado qué, conjugando los talentos y las diferentes capacidades y características personales de los directivos y las directivas, las empresas pueden llegar a ser más eficientes y productivas.
Rasgos comunes en las mujeres líderes
Aunque cada persona es diferente, los estudios realizados en torno al estilo de liderazgo femenino han permitido extrapolar una serie de características o rasgos que suelen estar presentes en las mujeres que asumen puestos de responsabilidad en las empresas.
Resiliencia
Tradicionalmente, las mujeres han sido marginadas y discriminadas dentro de la sociedad. Durante siglos no tuvieron ningún papel representativo a nivel público, y su vida se limitaba a atender a la familia y los cuidados del hogar.
Sin embargo, en la Europa de la Primera y la Segunda Guerra Mundial fueron las mujeres las encargadas de mantener la economía de los países a flote, desempeñando trabajos que, hasta entonces, les habían estado vedados. Y ahí empezó su camino hacia el empoderamiento.
Las mujeres han tenido que hacer frente a innumerables obstáculos para ganarse un papel en la sociedad, en la familia, y en el mercado laboral, y esto les ha dotado de una gran resiliencia que podemos ver en las líderes actuales. Son fuertes, no se desaniman ante el fracaso, y aprovechan los errores para aprender de ellos y seguir avanzando.
Empatía
El rol de cuidadoras que las mujeres han desarrollado durante siglos les ha dotado de una extraordinaria sensibilidad y una capacidad para entender a los demás. Esta empatía, aplicada al ámbito laboral, resulta ser una de las habilidades interpersonales más útiles.
Las mujeres líderes son capaces de ponerse en el lugar del otro y entender mejor sus preocupaciones y sus necesidades. Esto hace que estén más abiertas al diálogo y a buscar soluciones que puedan mejorar la situación de quienes están bajo su mando.
La empatía entre los miembros del equipo genera confianza y respeto, y estos aspectos son imprescindibles para que cada persona dentro de la plantilla pueda cumplir con lo objetivos que se le han marcado. La empatía es, por tanto, una de las “culpables” de que los equipos dirigidos por mujeres tengan un alto nivel de eficiencia.
Creatividad
Tradicionalmente se ha creído que los hombres eran más creativos que las mujeres. Pero, a media que se ha avanzado en la igualdad de oportunidades y las mujeres han podido demostrar su habilidad para crear obras, conceptos, ideas, etc., se ha demostrado que quizá la diferencia no es tan grande como se pensaba.
En el ámbito laboral, las mujeres tienen menos miedo que sus compañeros hombres a exponer sus ideas. Son capaces de pensar fuera de la caja y dar con soluciones innovadoras para todo tipo de problemas, de ahí que se destaque de ellas su creatividad.
Visión a largo plazo
Por motivos evolutivos, las mujeres tienen más desarrollada su capacidad de pensar a largo plazo y los hombres el pensamiento a corto plazo, y esto afecta a la forma en la que ejercen su liderazgo.
Las líderes piensan a largo plazo y valoran todas las opciones y los cambios que pueden estar por llegar. Esto les permite adaptarse más rápidamente cuando esos cambios se materializan, lo cual es una garantía para la sostenibilidad del negocio a lo largo del tiempo.
Esta visión a largo plazo también conlleva más flexibilidad y predisposición hacia el cambio. Si las circunstancias evolucionan, las mujeres no suelen mostrar resistencia a la hora de hacer ajustes en su forma de trabajar.
Apuesta por la mentoría y el networking
Las mujeres líderes son plenamente conscientes de lo importante que es tener una buena red de contactos que pueda ser de ayuda en momentos complicados, y también contar con mentores.
No tienen reparos a la hora de pedir ayuda cuando la necesitan, y su buena habilidad para relacionarse les permite tener siempre a mano el mentor o mentora más adecuado para cada situación. De igual manera, también ellas mismas se muestran dispuestas a ayudar y formar a quienes lo necesiten.
Comunicación efectiva
La comunicación implica mucho más que saber emitir un mensaje, también hay que ser capaz de entender el mensaje que lanzan los demás (escucha activa). En el caso de las mujeres, la habilidad de comunicación efectiva es una de las más desarrolladas.
Saben exponer lo que quieren o necesitan, pero también tienen la capacidad de prestar atención a lo que dicen quienes están a su alrededor y sacar partido de esa información. De esta habilidad para comunicar, se acaba derivando la confianza que hace avanzar a los equipos de trabajo.
Todas estas características acaban por hacer del liderazgo femenino un liderazgo transformacional, que inspira a los demás y les impulsa a seguir adelante para alcanzar los objetivos.
Lo lamento,pero estoy totalmente en desacuerdo con lo que expone este artículo.
Que las mujeres merecen el mismo derecho que los hombres en lo que a oportunidades y valoraciones es algo que apoyo incondicionalmente. De ahí a basarse en sus ventajas para afrontar las incidencias laborales, debido a su anterior marginación social, dedicación a la familia, lucha por sus derechos, etc. es, cuanto menos, un débil argumento, y deja entrever un cierto machismo en quien así lo piense.
La mujer tiene la misma capacidad intelectual que el hombre, pero una sensibilidad diferente, por lo que el en staf derectivo de las empresas e instituciones, depende de cual sea su actividad y objetivos. Hay sectores en los que la mujer está por delante del hombre (educación, sanidad, social…) y otros en que es al contrario ( industria, interior, defensa, exteriores, … )