El culebrón continúa en Belorado. La exabadesa del monasterio ha denunciado a Mario Iceta, arzobispo de Burgos, ante la Policía Nacional por un abuso de poder. El caso que estalló hace ya varias semanas va a terminar en los juzgados.
El azorbispo de Burgos tomó ayer miércoles el mando del convento de Belorado después de que se lo encomendara la Santa Sede. Así lo comunicó a sor Isabel de la Trinidad, responsable hasta ahora del convento, e Iceta fue nombrado comisario pontificio con efectos inmediatos.
También ordenaron prohibir «el acceso y la permanencia» de Pablo De Rojas, Francisco José Ceacero y cualquier persona de la Pía Unión de San Pablo. De momento, se considera que las monjas clarisas son ‘okupas’ del monasterio, aunque de momento se les dará un tiempo prudencial con el fin de que reconduzcan su postura.
Lejos de hacerlo, la ya exabadesa ha denunciado ante la Policía Nacional al arzobispo de Burgos «por abuso de poder». Realizan la denuncia contra Iceta «por violación del derecho fundamental de asociación y el principio de separación, libre separación voluntaria, así como también por abuso de poder y por usurpación de la representación legal por parte del señor Iceta».
Ceacero, el portavoz de las monjas clarisas, ha comparecido hoy en la puerta del convento después de interponer la denuncia y asegura que se ha violado «un derecho fundamental». Defiende que las religiosas «se separaron voluntariamente de una federación llamada Confesión Católicos».
De esta manera, argumenta, quedan fuera de la jurisdicción de Iceta. «Ni Roma ni nadie puede imponer el derecho canónico porque, en España, no puede estar por encima del derecho civil«, ha añadido.