Mujer, frisando los 40, fuerte carácter, madre de avanzada edad. Es el retrato robot de las mujeres que rodean a Cesc Fábregas, el centrocampista de la selección española de 27 años. Su madre y su pareja. Nuria Soler y Daniella Semaan. Catalana y libanesa. La primera va a dar una hermana a Cesc en unos meses, que será menor que la hija que el propio jugador acaba de tener con su pareja libanesa.
La pareja de Fábregas, Daniella Semaan, modelo y de origen libanés, tiene ya 40 años, solo cinco años menos que la madre del centrocampista internacional español y ambas comparten un pasado similar. Las dos se han divorciado de sus anteriores parejas, han decidido volver a ser madres con su nuevo amor. Tres hijos en el haber de cada una, por tanto.
La madre de Cesc es una empresaria activa en Cataluña, y una mujer de carácter. Asegura que su hija ha sido fruto de una inseminación artificial. Fábregas fue padre en abril de 2013, o sea que su hija, Lía, será casi dos años mayor que su propia hermana.
Daniella Semaan es otra mujer de carácter, que apareció en la vida de Cesc cuando éste jugaba en el Arsenal londinense y seguía con su novia de toda la vida. El divorcio de la libanesa con Elie Taktouk llevó a Cesc de lleno a la polémica: la sentencia del divorcio estimaba que parte del dinero obtenido con la venta de la casa donde vivía Semaan con su ex marido sería para ella. Fábregas entonces hizo su juego y adquirió la vivienda por varios millones de euros. La lógica del fútbol ha querido que precisamente pase a ocupar en breve la mansión ya que la próxima temporada jugará en el Chelsea y se tendrá que trasladar a Londres.
El fichaje por el equipo de Mourinho ya convirtió en noticia a Cesc al inicio del Mundial. Ahora la arriesgada y valiente decisión de su madre de traerle una hermana al mundo cuando el propio Fábregas ya es padre de familia vuelve a colocar el foco sobre su cabeza.
No cabe duda de que Cesc vive entre mujeres de carácter, quizás mucho para la vida de un chico de solo 27 años.