El Papa se reúne con la mujer que le tiró al suelo
La ítalo-suiza Susanna Maiolo, de 25 años, ya intentó durante la Misa del Gallo de 2008 acercarse hasta el Papa para saludarlo. No lo logró en aquella ocasión, pero no se dio por vencida. El pasado diciembre volvió a intentarlo y viajó a Roma para participar en la Misa del Gallo. Logró una invitación y se ubicó cerca de una de las dos vallas colocadas en el centro de la basílica de San Pedro, que forman un pasillo por el que se desplaza el Papa para llegar hasta el Altar Mayor.
Cuando el Pontífice pasaba cerca de donde estaba, la joven saltó la valla y a pesar de la inmediata intervención de la escolta logró llegar hasta Benedicto XVI y agarrarle el palio (estola), haciéndole perder el equilibrio y caer al suelo. El Pontífice, ayudado por los ceremonieros pontificios, se levantó, reanudó la procesión y ofició con normalidad la misa del Nacimiento de Cristo. Peor suerte corrió el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años, que acompañaba al Papa, quien cayó también al suelo y se rompió el fémur derecho, por lo que tuvo que ser operado en el Policlínico Gemelli de Roma.
Maiolo fue detenida inmediatamente y trasladada a un centro sanitario cercano al Vaticano, donde dijo a los médicos que "no quería hacer daño al Santo Padre". Después fue llevada a un centro psiquiátrico de la localidad de Subiaco, a unos 80 kilómetros al este de Roma, donde sigue en tratamiento. Según los médicos que la han tratado, es una persona con "problemas psíquicos, con un "pensamiento inestable, que fue lo que la llevó a intentar en dos ocasiones acercarse al Pontífice.
La magistratura del Vaticano abrió un sumario sobre el caso, aún en curso, aunque el presidente del Tribunal de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe della Torre, no descarta que la mujer sea declarada "no imputable" debido a sus condiciones psíquicas. Maiolo ya pasó dos años, entre 2006 y 2008, en el centro psiquiátrico "Wohngruppe-Kanzler, de la localidad suiza de Fraunfeld, donde vive.