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Islandia solicita la adhesión a la UE pero prevé difíciles las negociaciones

La pequeña isla nórdica, de apenas 320.000 habitantes, se independizó de Dinamarca en 1944 y en los últimos quince años ha pertenecido al Espacio Económico Europeo y, desde hace menos tiempo, al espacio Schengen de libre circulación de personas. Según el ministro, eso se traduce en que un 75% de las directivas y normas comunitarias que se aprueban en Bruselas ya se aplican en Islandia.

"Si comparamos el proceso de adhesión con un maratón, podemos decir que Islandia ha recorrido ya 42 kilómetros, pero es cierto que los pocos metros que nos faltan serán los más difíciles", dijo Skarphédinsson en presencia del presidente de turno del Consejo de la UE, el sueco Carl Bildt, a quien entregó la petición. Skarphédinsson explicó que Islandia "es especial" en la medida en que "somos probablemente el único país europeo que depende casi exclusivamente de la pesca".

Pero aun siendo un país pequeño y aislado en mitad del Atlántico, Islandia puede aportar -añadió- muchas cosas beneficiosas a la Unión, como su experiencia en la gestión de los recursos naturales, no sólo en pesca sino también en energías renovables.

El 80% del consumo energético islandés proviene de fuentes alternativas como la geotérmica, un tipo de energía en cuyo aprovechamiento son expertos los islandeses y que se halla sin embargo "infravalorado y poco explotado" en el continente. Por lo que respecta a la explotación racional de los recursos pesqueros, el ministro ha recordado que sólo hay dos caladeros de bacalao en el mundo que crecen, "uno de los cuales está en Islandia".

"Creemos que nuestra adhesión a la Unión Europea beneficiará a ambas partes", resumió Skarphédinsson. Bildt comentó por su parte que la iniciativa islandesa prueba "el magnetismo" que continúa ejerciendo la integración europea. Islandia sigue en la lista de solicitudes a Albania, que comunicó este año su deseo de negociar la adhesión, y a Montenegro, que lo hizo el año pasado.

Negociaciones

Los Veintisiete ya están negociando, separadamente, con Croacia y Turquía, y reconocieron el estatuto de candidata a Macedonia, aunque todavía no han empezado a negociar con Skopje debido a la disputa que mantiene esta república ex yugoslava con la vecina Grecia por el nombre del país.

"Mucha gente piensa que, dado el camino que ya hemos recorrido, las negociaciones serán rápidas, pero yo no estoy tan seguro", admitió el ministro islandés. "Creo que puede resultar difícil llegar a una solución aceptable en pesca y agricultura". La pesca en Islandia, advirtió, "no es sólo una cuestión de economía, sino de emociones, que tiene que ver con la soberanía".

Asimismo recordó a este respecto que el resultado de la negociación con los Veintisiete deberá ser sometido a referéndum en su país. Los islandeses reaccionarían con enojo, ha prevenido, si la cuestión pesquera no es abordada con respeto. "Pero soy un optimista recalcitrante y confío en que dentro de tres años Islandia sea un nuevo miembro de la Unión", ha añadido el jefe de la diplomacia islandesa.

Tanto Skarphédinsson como Bildt han restado importancia, de cara a las negociaciones futuras, al contencioso que ha enfrentado a Reikiavik con dos socios europeos -Reino Unido y Holanda- por las consecuencias sobre los ahorradores de esos países de la quiebra el pasado otoño del sistema bancario islandés. El gobierno islandés es firme en su compromiso de compensar a los depositantes extranjeros, ha enfatizado el ministro. También aseguró además que, si bien Islandia "fue el primero en caer" por la crisis financiera, "también será el primero en recuperarse".