Los afectados de Lehman piden a la CNMV que fije los criterios para vender los estructurados
En una reciente contestación a un transportista al que su banco le vendió bonos de Lehman Brothers, la CNMV dice que "no puede entrar a valorar el grado de comprensión del contenido de una documentación" que supuestamente se le entregó y que en cualquier caso estaba redactada en inglés.
A juicio de Zunzunegui, el escrito del organismo "recoge afirmaciones que pueden hacer dudar del cumplimiento de la CNMV de la protección al inversor", sobre todo teniendo en cuenta que ya en el Informe de Reclamaciones del 2000, el supervisor había establecido que "los inversores deberían conocer con antelación las características de los productos en los que invierten".
En ese mismo documento, también consideraba "esencial" que las entidades financieras conozcan a los clientes y "les informen adecuadamente sin recomendarles nunca inversiones contrarias a sus intereses y no ajustadas a su perfil de riesgo".
De hecho, cuando Lehman Brothers quebró, en septiembre del 2008, la CNMV emitió un documento en el que indicaba que la responsabilidad que debían asumir las entidades comercializadoras del producto de inversión era la de proporcionar al cliente información adecuada sobre las características y riesgos del mismo para que pueda adoptar una decisión de inversión "fundada"
En su escrito, el abogado Fernando Zunzunegui también pone de manifiesto que el Servicio de Reclamaciones del Banco de España ya había advertido a principios del 2008 de los riesgos de los depósitos estructurados, cuya peligrosidad, recuerda el letrado, es inferior a los productos estructurados de inversión, entre ellos los de Lehman Brothers, que se han colocado a pequeños inversores.
El Banco de España estableció entonces diversos requisitos de comercialización de los depósitos estructurados, dado que para su "correcta comprensión y valoración" se necesita "una formación financiera claramente superior a la que posee la clientela bancaria en general", lo que les convertía en "productos poco adecuados para ser ofrecidos al público de forma general e indiscriminada".
Una mayoría de afectados de Lehman Brothers se encuentran en la recta final de negociación con sus entidades financieras, a quienes llevarán ante los tribunales si no llegan a un acuerdo. Zunzunegui y Jausas representan a cerca de 500 perjudicados que reclaman unos 100 millones de euros.
Otro de los principales despachos en asesoramiento a los afectados de Lehman Brothers es Mas y Calvet, que también ultima la presentación de acciones legales contra los bancos comercializadores de productos del banco estadounidense.