Los carritos del supermercado son elementos a los que no se les da mucha importancia hasta que hacen falta y no están ahí, o están en malas condiciones. Son muchos los consumidores que no los tratan debidamente, y esto lleva a los supermercados a gastar miles de euros al año en su reposición.
No obstante, la normativa permite imponer multas a aquellos que dejan el carro de la compra fuera del lugar habilitado para ello.
Multas por “abandonar” carritos
La zona de aparcamiento de un supermercado o un centro comercial es un espacio privado que, sin embargo, se rige por las normas del Reglamento General de Circulación. Esto implica que los agentes de la autoridad pueden multar a los conductores que infrinjan las normas al circular por estos espacios, aunque no suele ser algo común.
Tanto la normativa como algunas sentencias reconocen que se puede imponer multas en los garajes o aparcamientos “utilizados por una colectividad indeterminada de usuarios”, que es justo lo que ocurre en las zonas de parking de los supermercados.
Se puede multar por aparcar en una zona prohibida, utilizar indebidamente la plaza reservada para las personas con discapacidad, circular de forma imprudente o en contra dirección, entre otras cosas.
Lo que también se puede multar es el acto de dejar los carros de la compra fuera de los lugares habilitados para ello.
Los supermercados cuentan con una zona de aparcamiento y otra dedicada exclusivamente a los carros de la compra, y los consumidores tienen la obligación de dejar los carros en estas áreas. Si no se hace así, se puede imponer una multa.
El Reglamento General de Circulación no hace mención expresa a esta infracción, pero su artículo 4.2 prohíbe “arrojar, depositar o abandonar sobre la vía objetos o materias que puedan entorpecer la libre circulación, parada o estacionamiento, hacerlos peligrosos o deteriorar aquélla o sus instalaciones, o producir en ella o en sus inmediaciones efectos que modifiquen las condiciones apropiadas para circular, parar o estacionar”.
Esto implica que se puede multar a quien deja el carro de la compra fuera de su lugar dentro del parking del supermercado, pero también a aquellos que sacan el carro fuera del perímetro del aparcamiento y lo dejan en la vía pública.
Aunque esta conducta es relativamente habitual, no lo es que se impongan multas por ello, pero es importante tener claro que esta infracción leve se puede sancionar con hasta 100 euros.
El alto coste de reponer los carros robados
Además de tener que invertir el tiempo de los trabajadores a recoger los carros que los clientes dejan en cualquier lugar de la zona de estacionamiento, los supermercados dedican una media de 7.500 euros al año para reponer los carros robados de cada uno de sus establecimientos.
No es infrecuente que algunos consumidores se lleven el carro de la compra hasta casa, y luego no lo devuelvan. En muchos casos, esos carros aparecen después abandonados en la vía pública y son recogidos por los servicios públicos de limpieza, que los desechan como cualquier otro residuo, no los devuelven al supermercado.
A un precio medio de 150 euros por carro, un establecimiento que pierda unos 50 carros por año tiene que gastar 7.500 euros en reponer los desaparecidos.
En algunas zonas el problema está tan agudizado que los supermercados han contratado personal que se encarga específicamente de recorrer la ciudad e ir recogiendo los carros que encuentran.
También se han buscado otras alternativas como el sistema CartControl que aplica Mercadona, que bloquea las ruedas del carro cuando estas abandonan una determinada zona, lo que evita que el carro sea sacado del perímetro del parking.