En las últimas tres décadas, gobiernos y empresas privadas han centrado sus esfuerzos en la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles, ante la previsible escasez de los mismos en el futuro.
Sin embargo, en el último año se han realizado importantes hallazgos de yacimientos que aseguran el suministro durante mucho más tiempo del que se había previsto en un primer momento.
Nuevo yacimiento en el Golfo de México
A finales del pasado verano, Talos Energy y Walter Oil & Gas Corp. descubrieron un importante yacimiento de hidrocarburos en el Golfo de México que ha recibido el nombre de EW 953.
Aunque todavía queda trabajo por hacer para conocer las verdaderas dimensiones del yacimiento, todo apunta a que podría convertirse en una de las mayores fuentes de petróleo de la región.
Lo que sí se ha confirmado es que los trabajos de explotación comenzarán en 2026 y que el potencial calculado es de entre 8.000 y 10.000 barriles por día.
Talos, empresa petrolera estadounidense, ya ha confirmado su intención de conectar este pozo con la plataforma South Timbalier Megalodon 311, de la que es propietaria parcial.
John Mill, presidente interino de la petrolera, ha confirmado que «este descubrimiento sigue a una serie de exitosos pozos de explotación submarina de un solo pozo unido a la infraestructura propiedad de Talos, como es el caso de Venice, Lime Rock, Sunspear y Clairborne sidetrack».
El yacimiento de «cinturón seco»
Esta misma semana se ha hecho un importante hallazgo en zona conocida como «cinturón seco» en el Mar del Norte. Sobrenombre que le viene porque hace años que allí no había bolsas ni de gas ni de petróleo.
Los buques de exploración y perforación han encontrado nuevas reservas en una región que hasta ahora había caído en el olvido tras haber sido agotada.
La artífice del descubrimiento ha sido la empresa noruega DNO. Según sus estimaciones preliminares, el yacimiento tiene recursos recuperables brutos en el rango de 27 a 57 millones de barriles de petróleo.
El comunicado que ha hecho a empresa en su página web señala que «como es la primera vez que se encuentra petróleo en la Formación Vale en el sector noruego, el descubrimiento se considera un punto de partida» y continúa, «en los últimos años, la industria había mostrado poco interés en la exploración en esta área, que se ha llamado despectivamente el cinturón seco. Junto con sus socios, DNO ya está considerando vincular el descubrimiento a la infraestructura existente, con el centro Ekofisk de ConocoPhillips a unos 40 kilómetros al oeste y el centro Valhall operado por Aker BP a unos 55 kilómetros al suroeste».
Noruega mantiene así su protagonismo en el sector del petróleo. El país nórdico sentó a principios de los años 60 del siglo pasado las bases legales para encabezar la industria del petróleo en Europa. Más tarde, en 1969, se descubrió Ekofisk, uno de los mayores campos de petróleo offshore jamás encontrados, y un par de años después comenzó su explotación.
Desde entonces ha mantenido una producción estable a través de yacimientos de mayor o menor tamaño, pero siempre buscando un enfoque estratégico para no agotar esta fuente de ingresos.
Tras el reciente descubrimiento, es más notorio que nunca que Noruega no ha cejado en su empeño de seguir buscando petróleo incluso en los lugares más recónditos que están a su alcance.
Nuevo yacimiento en Guyana
Guyana, un pequeño país situado entre las fronteras de Brasil y Venezuela, se está convirtiendo en uno de los actores más importantes en el sector del petróleo.
Ha encontrado en el petróleo una gran fuente de desarrollo y, recientemente, ha anunciado el descubrimiento de un yacimiento con el que se podría cubrir la demanda mundial durante al menos cinco días.
Con apenas 800.000 habitantes, el país ha conseguido atraer a su territorio a grandes multinacionales como Exxon Mobil, que se encargan de la extracción y comercialización de petróleo.
El petróleo se ha convertido en una de las principales fuentes de riqueza del país, y va a ganar todavía más peso en la economía con el descubrimiento del nuevo yacimiento. De hecho, el Gobierno ya ha autorizado una inversión de 55.000 millones de dólares para la realización de seis proyectos por parte de Stabroek, CNOOC y Hess.
El descubrimiento y explotación de todos estos nuevos yacimientos asegura el suministro mundial durante unas cuantas décadas más, lo que ya está teniendo un impacto significativo en el precio del petróleo. Además, el hecho de que haya otros agentes exportadores, le está quitando poder a la OPEP a la hora de fijar los precios.