domingo, noviembre 24, 2024
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El etarra ‘Mobutu’ se presenta ante el juez con una camiseta de la selección argentina

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El exnúmero dos de ETA Félix Alberto López de la Calle Gauna, alias ‘Mobutu’, ha acudido este jueves con una camiseta de la selección argentina de fútbol al primer juicio que tiene que afrontar en España por el asesinato de tres guardias civiles durante una prueba ciclista celebrada el 4 de octubre de 1980 en Salvatierra (Álava), hechos por los que la Fiscalía ha solicitado una pena de 81 años de cárcel.

El etarra, que ha lucido la elástica albiceste debajo de una sudadera de color verde, ha realizado este gesto dos días después de que el Gobierno de Argentina anunciara la nacionalización de la petrolera YPF, propiedad de Repsol, aunque no ha hecho ningún comentario sobre este asunto.

Tras negarse a contestar a las preguntas formuladas por el fiscal y el resto de acusaciones, ‘Mobutu’ se ha limitado a decir a preguntas de su abogada que es «militante de ETA» y «acepta» todas sus «acciones» aunque en 1980 se encontraba en Francia y, por tanto, no participó en este atentado. En su última palabra ha añadido: «¡Gora Euskal Herria askatuta! (viva Euskal Herria libre)».

Los asesinatos fueron cometidos por tres etarras que viajaban en un Simca 1200 que había sido sustraído a punta de pistola en Vitoria dos días antes. Los agentes Avelino Palma Brioa y Ángel Prado Mella fallecieron prácticamente en el acto, mientras que el tercero, el cabo primero José Vázquez Platas, quedó malherido e intentó ocultarse bajo un vehículo.

Los etarras se dieron cuenta y le «arrebataron el último hálito de vida, acribillándolo a balazos», según recogía la sentencia que en 2003 condenó a 61 años de cárcel a Ignacio Aracama Mendía. En el ‘comando’ al que se atribuye este atentado también estaban integrados José Lorenzo Ayestaran, ‘Fanecas’; y los ya fallecidos Miguel Lopetegui Larrate y José Manuel Aristimuño, ‘Pana’.

«Tenía una vida por delante»

La viuda del cabo Vázquez Platas, Gemma López de Quintana, ha contado al tribunal que su marido no tenía que trabajar el día del atentado porque estaba librando pero acudió a la carrera ciclista porque un compañero tuvo «un servicio especial». «Le vi marchar, diciéndome adiós y a las cuatro y media o cinco oí sirenas. Allí iban mi marido y sus compañeros muertos», ha relatado visiblemente emocionada.

La testigo, que sigue bajo tratamiento psicológico 32 años después, ha dicho que el atentado se llevó «tres cuartas partes de su vida» porque la pareja llevaba «cinco años de novios y cinco meses menos cinco días de casados». «Tenía una vida por delante para compartirla con el amor de mi vida», ha señalado antes de apuntar que el parto de su hija tuvo que ser «provocado» y la pequeña tuvo que tomar tranquilizantes hasta los dos años porque «había absorbido todo lo de su madre».

Según ha dicho, en 1980 los guardias civiles destinados en el País Vasco vivían «una guerra abierta», hasta el punto de que hubo 98 muertos por atentados terroristas. «Mi marido sólo se podía permitir el lujo de ir a tomar una cerveza, cuando estaba librando, con los compañeros», ha asegurado.

Los agentes que acudieron a auxiliar a los guardias civiles después del tiroteo han señalado que en el coche en el que viajaban se encontraron hasta 17 casquillos de bala. «Vi a los compañeros muertos, tirados en el suelo, y no recuerdo nada más», ha señalado uno de ellos. «Iba para la carrera, oí petardos y vi que la gente se tiraba al suelo y a tres personas que iban corriendo y se metían en un coche blanco», ha señalado otro testigo presencial.

‘Macario’ asume la «paternidad» del atentado

El etarra Aracama Mendía ha asumido la «paternidad» del atentado y ha asegurado no recordar si en él participaron tres miembros de la banda, como declaró tras ser detenido. «Me habría acordado si hubiera participado», ha dicho en referenca a ‘Mobutu’. Sí ha añadido que los detalles del atentado los ha olvidado porque son «hechos que sucedieron hace tres décadas o más».

También ha declarado por videoconferencia desde Francia Soledad Iparraguirre, ‘Amboto’, una de las nuevas portavoces del Colectivo de Presos Vascos (EPKK) de ETA. La etarra ha denunciado que sufrió «torturas» tras ser detenida y que le advirtieron que «la ley había cambiado y la incomunicación iba a ser indefinida». «La tortura existe», ha afirmado.

La Audiencia Nacional impuso otros 30 años de cárcel al expárroco de Salvatierra Ismael Arrieta Pérez de Mendiola por haber facilitado la información con la que se llevó a cabo el atentado. El Tribunal Supremo, sin embargo, le redujo la condena a 12 años por dilaciones indebidas durante el proceso.

«Esas cosas las llevaba el marido»

Durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, también ha comparecido María Luisa Guenetxea, condenada por guardar explosivos y alojar en su casa a los los etarras antes del atentado. «Esas cosas las llevaba el marido», se ha limitado a decir. El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, ha ordenado a ‘Mobutu’ que hablara «alto y hacia arriba» porque ni el tribunal ni la intérprete de euskera iban a hacer «ningún esfuerzo» por escucharle. También ha reñido en repetidas ocasiones a un agente judicial «o como se llamen ahora» por su proceder durante la vista oral. «Me saca de las casillas», ha llegado a decir.

La fiscal Ana Noé ha solicitado a la Sección Tercera de la Sala de lo Penal que imponga a ‘Mobutu’, en función del Código Penal que estaba vigente en el momento de los hechos, dos penas de 27 años de cárcel por asesinato cualificado y otra de otros 27 por atentado a agentes de las Fuerzas de Seguridad con resultado de muerte. «Su participación ha quedado claramente acreditada», ha dicho. El etarra, que fue entregado temporalmente por las autoridades francesas en diciembre pasado, cumple una condena de 12 años de cárcel que el Tribunal de Lo Criminal de París le impuso en enero de 2010 por la compra internacional de armas.

Huyó descolgándose de una ventana

‘Mobutu’ y su pareja, la también histórica etarra Mercedes Chivite Berango, cumplen condena en Francia por su militancia etarra y por haber utilizado unos 110.000 euros procedentes del impuesto revolucionario entre 2001 y 2004 para comprar armas y otros materiales para la organización terrorista. Ambos se casaron en prisión tras haber sido detenidos el 2 de abril de 2004 en una casa rural cercana a Angulema, en el oeste de Francia.

Nacido en Vitoria el 10 de mayo de 1960, López de la Calle Gauna fue detenido a raíz de la localización de los papeles incautados al exjefe militar de ETA Ibon Fernández de Iradi, ‘Susper’ cuando se ocupaba de coordinar todos los aparatos de la organización terrorista y mantenía responsabilidades en el aparato internacional y en el político.

Estrella Digital/EP

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