Los principales candidatos en la lucha por la presidencia son Salvador Illa del PSC, Pere Aragonès de ERC y Carles Puigdemont de Junts, quien sigue en el exilio y pendiente de la ley de amnistía. Aunque los resultados electorales revelarán al ganador, la formación del gobierno dependerá crucialmente de alianzas postelectorales, como ha sido evidente en comicios anteriores en esta comunidad.
El inicio de la campaña sigue a un anuncio impactante del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre considerar su dimisión tras las acusaciones hacia su esposa, Begoña Gómez, por presunto tráfico de influencias. Este panorama ha llevado a Sánchez a cancelar su participación en el inicio de la campaña y su visita a Cataluña, con planes de anunciar su decisión definitiva el próximo lunes. Esto añade tensión a una campaña ya cargada, que también se ve influenciada por el fortalecimiento del independentismo en las recientes elecciones en el País Vasco y Galicia.
En medio de una legislatura marcada por la ruptura de la coalición entre ERC y Junts, la política catalana enfrenta un escenario abierto. Puigdemont abandonó el gobierno catalán acusando a los republicanos de Pere Aragonès de no avanzar suficientemente hacia la independencia. Tras un fracaso para alcanzar apoyo para las cuentas públicas en marzo, Aragonès se vio forzado a convocar elecciones anticipadas. Las posibilidades postelectorales incluyen una coalición PSC-ERC si Illa gana, aunque la aritmética actual lo hace complicado; un gobierno independentista ERC-Junts, o incluso un ejecutivo liderado por ERC en alianza con el PSC si los republicanos obtienen la mayoría.
Salvador Illa, con un pasado como Ministro de Sanidad y una victoria no materializada en 2021, sigue comprometido con formar un gobierno que excluya a las fuerzas independentistas, aunque los sondeos sugieren que una mayoría absoluta con los ‘comunes’ está fuera de su alcance. Por su parte, Aragonès busca la reelección con la promesa de un referéndum pactado sobre la independencia.
Carles Puigdemont, a pesar de estar en el exilio y enfrentarse a un proceso legal, busca regresar para ser investido, apoyándose en una posible mayoría que supere a ERC. La amnistía que podría permitir su regreso aún está pendiente de aprobación final, lo que añade más incertidumbre a su situación.
La batalla entre Vox, Ciudadanos y el PP por el electorado no independentista se intensifica, mientras que en el lado progresista, los ‘comunes’, ahora sin Podemos, buscan formar un gobierno con el PSC y ERC, a pesar de las dificultades previsibles para alcanzar una mayoría.
Por su parte, la CUP presenta a Laia Estrada como candidata, promoviendo un cambio radical, social y nacional, y apela a una alianza con los ‘comunes’ para redefinir las prioridades del movimiento.
Así, mientras los candidatos inician sus campañas electorales, Cataluña se prepara para una votación crucial a la que más de 5,7 millones de ciudadanos están llamados a las urnas.