Una película sobre el sexo desata la polémica en el Líbano
La película, que obtuvo autorización en el 2007 del Ministerio del Interior para ser rodada y en el 2008 para ser presentada en las salas de cine, fue preestrenada en febrero pasado, pero se le retiró la licencia tres días antes de su proyección.
"Lo que hicieron es inmoral, ilegal, nada justifica que hayan revocado una licencia concedida por el Ministerio del Interior, sobre todo porque se actuó en conformidad con la ley", se quejó Rached. Según el realizador, la película sólo muestra "los senos de la actriz durante dos segundos, nada explícito, todo insinuado", aunque se ven algunas escenas de sexo. "Me autocensuré, sé donde vivimos -aseguró Rached-. Es absurdo que el gusto de una persona predomine sobre la ley y la cultura".
Sin embargo, el director no piensa quedarse de brazos cruzados y advirtió de que como último recurso se dirigirá a la Justicia. "Sé que llevará mucho tiempo y que algún día ganaremos, comentó. Rached, que ya ha iniciado contactos para exhibir la película en el extranjero, aclaró que no trata de vengarse. "Sólo queremos que el sistema que nos rige se base en la ley y no en los caprichos de una persona -agregó el cineasta-. No podemos permitir que reine la ley de la jungla y la barbarie".
Y propuso una solución: cambiar la clasificación del filme de apto para mayores de 18 años a mayores de 21. Rached señaló que esta propuesta no ha sido aceptada por las autoridades, que quieren eliminar algunas escenas de la cinta. "Querían que recortáramos el filme siete minutos, pero no lo haré ni un segundo, es deshonesto", denunció.
Los responsables de la censura
La censura en el Líbano está a cargo de la Seguridad Nacional, pero el Centro Católico de Información, el Dar el Fatua (suní) y el Consejo Superior chií ejercen presión para imponer sus puntos de vista.
La activista Carmen Abu Yaude, directora adjunta de Skeyes, un centro para la libertad de los medios de comunicación en Oriente Medio, reveló que después de investigar averiguaron que fue el Centro Católico de Información el que pidió censurar Help. "Considerar que hay escenas osadas es una hipocresía porque incluso las televisiones muestran muchas más que ésta. La película enseña una escena de dos hombres y una mujer en la cama. Es una escena 'blanda' en comparación con otras que se ven", apuntó Abu Yaude.
La activista rechazó que la censura haya sido motivada por la participación en la película de la actriz Joanna Andraos, hija de un diputado. "No creo, su padre no se quejó y tampoco pidió que censuraran la película", afirmó Abu Yaude, que recordó que no es la primera vez que se censura algo en el Líbano, un país que está considerado como el más liberal en sus costumbres en todo Oriente Medio.
Por lo pronto, Rached ha recibido varias amenazas a través de internet de "extremistas que ni siquiera vieron la película" y las presiones son tales que hace dos noches estaba en un programa de televisión en directo y éste fue suspendido.
Antes de Help, también fue censurada la película de animación iraní Persépolis, que al final fue exhibida en los cines por el gran revuelo causado y el apoyo del ministro de Información Tarek Mitri, quien defendió que la censura no tiene cabida en los tiempos actuales porque todo está al alcance gracias a internet.
En el Líbano puede encontrarse cualquier película, inclusive las prohibidas, en DVD pirateados por un precio que varía entre el equivalente a 0,8 y 2,4 euros. La censura para prohibir un disco, periódico, revista, canción, película o cualquier documento se aplica cuando se considera que es perjudicial para la moral, atenta contra una personalidad o país amigo o provoca disensiones en un país donde cohabitan dieciocho comunidades religiosas.