El panorama para muchos agentes de la Policía Nacional que se enfrentan a diario a criminales y delincuentes en las calles de nuestros pueblos y ciudades es, en ocasiones, desolador en lo que se refiere a los equipos de protección individual con que están dotados para desarrollar las misiones que tienen encomendadas.
La falta de chalecos apropiados para garantizar su seguridad la vienen reivindicando desde hace tiempo diferentes sindicatos policiales. Lo hacen en un contexto en el que, a modo de ejemplo, los homicidios y asesinatos han crecido un 8,3 % en el primer semestre de 2024, según el balance de criminalidad del Ministerio del Interior.
Entre esos sindicatos profesionales de la Policía Nacional se encuentra la Unión Federal de Policía (UFP), que cuenta actualmente con alrededor de 6.000 afiliados. Y, si bien es cierto que valoran «positivamente» las inversiones que realiza Interior para mejorar su seguridad adquiriendo nuevos equipos de protección individual para los agentes, consideran que «todavía queda camino por recorrer».
Interior invertirá 17 millones de euros para adquirir más de 24.000 chalecos para los agentes de la Policía Nacional
Esta misma semana, el Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio del Interior la celebración de un contrato para la adquisición de un mínimo de 20.000 chalecos antibala, anticuchillo y antipunzón de uso externo (para unidades de Seguridad Ciudadana); y un mínimo de 4.000 chalecos antibala, anticuchillo y antipunzón de uso interno (los que utilizan los agentes que ‘van de paisano’) para la Dirección General de la Policía, por un valor estimado de 17 millones de euros.
«Es una adquisición importante, pero hay que aumentar la inversión», ha declarado a ESTRELLA DIGITAL el portavoz de la UFP, el subinspector de la Policía Nacional Carlos Quero. Y hay que incrementarla «porque -según explica- actualmente los chalecos no son de dotación individual y eso implica también que se está incumpliendo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales«.
Piden que el chaleco «acompañe a la vida del agente»
Esto quiere decir que «cuando un policía se va de una unidad de Seguridad Ciudadana a otra en la que, a priori, no es necesario utilizar ese elemento de protección, tiene que entregar el chaleco para que sea usado por otro agente».
Y esto, a su juicio (y en ello coinciden otros sindicatos de la Policía Nacional) «aunque puede estar bien para aprovechar los recursos, es bueno que el chaleco acompañe a la vida del agente en sus diferentes destinos, de tal forma que si un agente cambia de un puesto en una oficina a otro en una unidad operativa, pueda disponer de su chaleco de manera inmediata… y eso, ahora mismo, no se da».
Chalecos que se «reutilizan» y, además, no hay chalecos para todos
En la actualidad hay alrededor de 74.000 policías nacionales. No todos están en destinos operativos en los que tengan que llevar el chaleco para garantizar su seguridad, pero desde la UFP aclaran que «esta nueva adquisición» del Departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska «no cubre el cien por cien de los agentes que deberían llevar este tipo de chalecos».
Además, no consideran adecuada la «reutilización» de los chalecos. «Primero, porque se desgastan; segundo, porque la talla, en ocasiones, no se corresponde con la que necesita el policía… y así, la seguridad total no está garantizada».
«Los chalecos -explica- tienen una ‘vida útil’ de 10 años, aunque eso no significa que no podamos seguir utilizándolos, pero cuando se trata de chalecos exteriores (los que utilizan, por ejemplo, los agentes de Seguridad Ciudadana) se van desgastando, van perdiendo la estanquidad que tienen, y, obviamente, cuando pierden ese aislamiento se va deteriorando también la seguridad que pueden proporcionar», concluye.