La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que afectó gravemente a la Comunidad Valenciana hace apenas un mes, evidenció carencias críticas en la capacidad de respuesta del Ejército de Tierra. Pese a su diseño para situaciones de emergencia, el vehículo de combate sobre ruedas VCR 8×8 Dragón no estuvo disponible debido a los retrasos acumulados en su fabricación y entrega. Esta ausencia limitó la operatividad de las Fuerzas Armadas en uno de los desastres naturales más devastadores de los últimos años.
Diseño pensado para emergencias
El VCR 8×8 Dragón fue concebido no solo para misiones militares, sino también para intervenir en catástrofes naturales como inundaciones o deslizamientos de tierra. Este blindado combina alta movilidad en terrenos complicados, protección avanzada y un diseño modular que permite configurarlo para diferentes escenarios. Durante la DANA valenciana, sus capacidades habrían sido un activo fundamental en operaciones de rescate y apoyo logístico en áreas anegadas.
En palabras de expertos militares, «el Dragón está diseñado para ser la columna vertebral de las Fuerzas Armadas en los próximos años, tanto en misiones internacionales como en emergencias nacionales». Sin embargo, el potencial del vehículo se quedó en teoría, pues su producción no ha cumplido con los plazos prometidos.
Retrasos acumulados
Desde que se adjudicó el contrato para el desarrollo del Dragón en 2020, los retrasos han sido una constante. Según los planes iniciales, para finales de 2024 deberían haberse entregado 92 unidades, pero las últimas estimaciones indican que apenas entre 15 y 30 estarán listas.
El consorcio Tess Defence, integrado por Indra, Santa Bárbara Sistemas, Sapa Operaciones y Escribano Mechanical & Engineering, ha optado por el silencio frente a las consultas realizadas por este medio, ESTRELLA DIGITAL, para contrastar la información. Esta ha sido la respuesta o ausencia de ella, que las empresas miembros del consorcio nos proporcionaron:
- Santa Bárbara Sistemas, a través de su director de comunicación, D. Rafael Moreno, de General Dynamics European Land Systems, derivó nuestras preguntas a D. Javier Abajo, representante de Tess Defence. Sin embargo, este último no respondió a las cuestiones planteadas.
- Indra Sistemas, mediante su director de comunicación, D. Jesús Presa, tampoco ofreció respuesta a las preguntas formuladas.
- Escribano Mechanical & Engineering, a través de su directora de comunicación, Alicia Montoro, igualmente se negó a responder a las cuestiones planteadas.
- Sapa Operaciones, ni siquiera acusó recibo de las preguntas enviadas por correo electrónico a D. Íñigo García-Eizaga.
Este silencio generalizado contrasta con la importancia estratégica del proyecto y alimenta la percepción de falta de transparencia y responsabilidad.
Un Ejército de Tierra sin herramientas modernas
Durante la DANA, las Fuerzas Armadas demostraron su compromiso, pero se vieron obligadas a utilizar vehículos anticuados que no están diseñados para condiciones tan adversas. Estos medios no ofrecieron la misma protección ni capacidad de acceso a terrenos anegados que el VCR 8×8 Dragón habría proporcionado.
La falta del Dragón no solo complicó las tareas de rescate y asistencia, sino que también puso en riesgo la seguridad de los propios militares desplegados. Un miembro del Ejército, que prefirió mantener su identidad en el anonimato, afirmó que «la presencia del Dragón habría marcado la diferencia, permitiendo llegar más rápido y con mayor eficacia a las zonas afectadas».
La DANA valenciana dejó al descubierto la necesidad de acelerar la producción y entrega de equipos modernos como el Dragón. Este episodio debe servir como recordatorio de la importancia de contar con herramientas adecuadas para responder a los desafíos naturales y humanitarios a los que se enfrenta España.
Una oportunidad perdida con implicaciones estratégicas
La ausencia del VRC 8×8 Dragón durante la DANA en Valencia no es solo un fallo logístico; es una oportunidad perdida para demostrar el valor de un proyecto estratégico que ha costado más de 2.000 millones de euros, poniendo de manifiesto la urgencia de alinear las promesas con los resultados, no solo para fortalecer las capacidades militares, sino también para garantizar la seguridad y bienestar de la ciudadanía en situaciones de emergencia.
El VCR 8×8 Dragón sigue siendo un pilar clave en la estrategia del Ejército de Tierra, pero su éxito dependerá de superar los obstáculos actuales. Por ahora, Valencia es un recordatorio de lo que pudo haber sido y no fue.