En vísperas del inicio de las célebres fiestas de San Fermín, una empresa navarra ha dado un paso significativo en la lucha contra la sumisión química con el lanzamiento de la «pulsera centinela». Este innovador dispositivo, diseñado por Aglaya Creativos, ofrece una solución sencilla y eficaz para detectar la presencia de hasta 22 tipos de drogas en las bebidas, un temor cada vez más presente en la mente de quienes disfrutan de la vida nocturna.
Con su llegada al mercado justo antes de uno de los eventos más multitudinarios de España, la pulsera centinela pretende ser una herramienta esencial para la seguridad de los asistentes a los Sanfermines. La festividad, famosa por sus encierros y su vibrante vida nocturna, es también un contexto en el que el riesgo de sumisión química puede ser una preocupación significativa.
El funcionamiento de la pulsera es sorprendentemente sencillo. Se retira una cinta protectora y se depositan unas gotas de la bebida sospechosa en la superficie de prueba de la pulsera. En solo tres segundos, el usuario puede obtener un resultado claro. Si el líquido se expande de manera normal, la bebida está libre de drogas. Sin embargo, si la pulsera cambia de color a un intenso tono anaranjado, indica la presencia de sustancias adulterantes.
Además, el modelo premium de la pulsera no solo detecta drogas, sino que también proporciona características avanzadas de seguridad, como la capacidad de llamar al 112 y un sistema de geolocalización integrado a través de un código QR. Estas características adicionales están diseñadas para brindar una respuesta rápida en caso de emergencia.
Las pulseras, disponibles en colores llamativos, no solo actúan como un detector de drogas, sino también como un disuasor visible para posibles agresores. «En el momento que alguien quiera hacer el mal intentando adulterar una bebida, sabrá que tú tienes la capacidad de saber si te han echado alguna droga», explicó Abel Lafuente, cofundador de Aglaya Creativos.
Lafuente, quien sufrió personalmente una experiencia de sumisión química hace 16 años, fue la inspiración detrás de este dispositivo. Su incidente lo llevó a darse cuenta de la urgente necesidad de una herramienta accesible y efectiva para detectar drogas en las bebidas.
La pulsera centinela se puede adquirir en los locales de Aglaya Creativos, ubicados en el Casco Viejo de Pamplona, y está diseñada específicamente para su uso en festivales, fiestas y eventos similares. El dispositivo se ofrece en dos versiones: la pulsera estándar, con un precio de tres euros, y la pulsera premium, que cuesta cinco euros e incluye funcionalidades avanzadas.
Aunque España no es pionera en el desarrollo de este tipo de tecnología, la llegada de la pulsera centinela al mercado es particularmente relevante. Según el Instituto Nacional de Toxicología, una de cada tres agresiones se comete bajo la sumisión química, siendo el alcohol la sustancia más utilizada en estos casos.